El Celta afronta hoy el último día del mercado de fichajes con todos sus deberes hechos. Muy pocos movimientos han realizado en A Sede este mes de enero, en un contexto de mucho inmovilismo, los vigueses decidieron, una vez que el equipo quedó eliminado en Copa del Rey, terminar la temporada con prácticamente los mismos hombres con los que la empezaron. Y es que en estas últimas semanas tan solo se ha incorporado el extremo Orbelín Pineda, cerrado desde el pasado mes de agosto y que firmó para las próximas cinco temporadas tras llegar con la carta de libertad al finalizar su contrato con Cruz Azul. En el capítulo de salidas, dos han sido los jugadores que abandonaron el equipo celeste en busca de más minutos. Miguel Baeza, cedido a la Ponferradina, y Okay Yokuslu, a préstamo en Getafe con una opción de compra que deberá ejecutar el conjunto madrileño en caso de lograr la permanencia, han sido las únicas bajas, poco dolorosas para un Coudet que apenas había contado con ellos en la primera mitad del presente ejercicio.
El argentino, en su permanente contacto con el director deportivo Felipe Miñambres y con los dirigentes de la entidad, solicitó la llegada de un futbolista de ataque que complementase a Iago Aspas, Santi Mina y Galhardo al considerar que era el único puesto del equipo en el que no estaban dobladas las posiciones y donde había mucha diferencias entre los titulares y el suplente. No lo entendió así el club, que ve como posible solución la polivalencia de Brais, Nolito y el recién llegado Orbelín.
Precisamente el mexicano fue la gran atracción del mercado celeste en los primeros días de 2022. Un fichaje ilusionante para la afición que de momento no se ha ganado la confianza del Chacho, quien lo ha tenido en el banquillo los dos últimos partidos sin ofrecerle la recompensa del debut con la celeste, algo que parece difícil que ocurra el próximo sábado ante el Rayo Vallecano al llegar el internacional azteca muy justo tras estar concentrado con su selección nacional.
En los últimos días, sobre todo tras la salida de Okay, el Celta ha estado atento al mercado por si salía alguna opción de última hora que encajase tanto deportiva como económicamente. La ficha del turco permitía tener espacio para un nuevo jugador, siempre en calidad de cedido, algo que finalmente no se ha materializado.
El internacional turco, al igual que ocurriese el pasado verano, pidió salir desde el primer día que se abrió la ventana de traspasos. Coudet no se opuso y no reclamó ningún recambio en el centro del campo sabedor de que era más importante reforzar otras posiciones. La otra baja es la de Miguel Baeza, en este caso con fecha de regreso. El joven mediapunta cordobés fue reclamado por varios equipos de Segunda División que le ofrecían la posibilidad de disfrutar de unos minutos negados en Vigo. Finalmente el futbolista se decidió por la Ponferradina, donde está siendo habitual en las alineaciones.
Hubo un tercer jugador que solicitó salir a préstamo durante este mercado. José Fontán, señalado en varias ocasiones por el técnico argentino, no está teniendo muchas oportunidades esta temporada y el horizonte que se le presenta en los próximos meses parece más bien oscuro. El jugador entendió que era mejor acumular experiencia en este tramo, algo que el Chacho no permitió al considerarlo el único recambio de la primera plantilla que tiene Javi Galán para el el puesto de lateral izquierdo.
El club, a diferencia de lo que ha ocurrido este mes, sí tiene decidido moverse el próximo verano para hacer un equipo de lo más competitivo. Principalmente porque en A Sede cuentan con poder ahorrarse dos de las fichas más altas que tienen en la plantilla como son las de Murillo y Denis, que se unirían a la de Okay. El colombiano está cedido y no regresará de nuevo a Vigo, mientras que el de Salceda volverá a estar en el mercado y la intención del club es la de que salga sí o sí.
Coudet, por su parte, va a exigir refuerzos en todas las líneas. En portería su preferido es Dituro, sobre el que hay una opción de compra de cerca de medio millón de euros. Además, el argentino pedirá la incorporación de un nuevo central, un lateral zurdo que compita con Galán, un centrocampista de jerarquía y dos futbolistas de ataque. Eso siempre y cuando no haya más salidas como podría ser la de Tapia, a quien el club pondrá en el mercado a la espera de recibir buenas ofertas.
Hasta entonces, el Celta completará las dieciséis jornadas que tiene por delante hasta el mes de mayo en Liga con una plantilla de 20 jugadores, a los que hay que sumar a Carlos Domínguez y Gabri Veiga, los dos canteranos del filial que suman dos meses trabajando a las órdenes de Coudet.
Rendimiento dispar en los fichajes del último día
No es habitual que el Celta apure hasta el último día del mercado de fichajes de enero para cerrar una incorporación, aunque desde el regreso del equipo a Primera División en 2012 varios han sido los casos en los que las negociaciones se dilataron hasta final de mes, incluso alguno hasta casi medianoche. Ese fue el caso de Fabián Orellana en la campaña 12/13. El chileno, que ya había sido pieza clave en el ascenso logrado meses antes, recaló en Vigo casi sobre la bocina después de que las negociaciones entre Celta y Granada se alargasen más de la cuenta. Finalmente fue uno de los últimos jugadores en ser inscritos en aquella ventana de fichajes y el conjunto vigués disfrutó durante varios años del talento del mediapunta. Tuvieron que pasar varios años para que el club apurase hasta el último momento para realizar dos incoporaciones. Fue hace ahora tres años, con el equipo en la zona baja de la tabla, cuando se sumaron al equipo que por aquel entonces entrenaba Miguel Cardoso tanto Lucas Olaza como Ryad Boudebouz. El uruguayo tardó dos meses en debutar y cuando lo hizo ya nadie le movió del lateral zurdo hasta el pasado mes de enero. El argelino, futbolista muy talentoso, entró y salió del equipo titular durante los meses en los que estuvo cedido en Vigo, donde dejó acciones de mucha clase. El último en llegar fue Facundo Ferreyra. Celta y Benfica negociaron durante el primer mes de 2021 su incorporación, que se cerró el día 31 tras desvincularse el argentino del club portugués. Su rendimiento fue casi residual, aunque logró un tanto importante en el Wanda Metropolitano ante el Atlético de Madrid el día de su debut. En sus siguientes partidos no vio portería y abandonó la entidad en verano para probar fortuna en la liga mexicana.
