El Celta rebañó en el Sánchez Pijuán, el imbatido campo del Sevilla, un punto agridulce pero lleno de esperanza en un intenso partido que el grupo de Coudet encarriló con dos goles en tres minutos en el primer tiempo y se le escurrió entre los dedos cumplida la primera hora de juego con la lesión de Joseph Aidoo, el hombre que sujetaba al equipo en defensa y cuya precipitada salida propició la reacción del rival. La marcha del ghanés descompuso al Celta, que tiró atrás la línea defensiva y cedió al empuje del Sevilla, que encontró un filón en los cambios y neutralizó por medio de Papu Gómez y Oliver Torres, la ventaja adquirida, con dos inapelables latigazos, por Franco Cervi y Iago Aspas antes del intermedio.

Pese a la pujanza del adversario y la gran dificultad del escenario, un campo donde esta temporada solo habían conseguido puntuar antes el Barcelona y el Alavés, el empate genera cierta sensación de ocasión perdida por el partido tan solvente y práctico y no exento de colmillo que los celestes estaban realizando antes de que cambiase el decorado.

El Celta avisó prácticamente desde que la pelota echó a rodar que no venía al Pizjuán a especular

Porque el Celta avisó prácticamente desde que la pelota echó a rodar que no venía al Pizjuán a especular. Antes de cumplirse el primer minuto, una combinación entre Mallo y Aspas estuvo a punto de acabar en el fondo de la red. El capitán filtró un pase a la espalda de Acuña y el moañés puso el balón en la frontal del área chica para que Mina la empujase, pero Diego Carlos cortó providencialmente la acción antes de que el artillero vigués pudiese armar el disparo.

Al Sevilla le costó más entrar en el partido. Los de Pablo Sanz, a cargo del equipo en ausencia de Julen Lopetegui, enfermo de coronavirus, gobernaron la pelota, pero les costó generar suficiente caudal de juego como para intranquilizar a Matías Dituro. Solo el mexicano Tecatito Corona, un tipo sumamente hábil y escurridizo, generó problemas, pero el portero céltico conjuró el peligro sin tener que emplearse a fondo. Fue precisamente Corona el que inició la mejor ocasión del Sevilla en el primer tiempo al servir un gran centro a Ocampos que el argentino remató con veneno, obligando a lucirse a Dituro. El rechace le cayó en buena posición a Acuña, pero no encontró portería.

La doble ocasión sevillista dio paso a los mejores minutos del Celta. El equipo vigués encontró por fin recompensa a su agresividad en la presión en la salida de pelota del rival con un robo de Brais en medio campo. El mosense avanzó con la pelota hasta la media luna y se la sirvió en banda derecha a Santi Mina, que ganó el área y, con muy poco ángulo, descerrajó un trallazo que el portero sacó con dificultad. El rechace le cayó a Cervi, que introdujo la pelota entre las piernas del portero con un potente disparo cruzado sorteando un mar de defensas.

No le dio tiempo al Sevilla a reponerse del impacto porque antes de que pudiese asimilarlo el Celta volvió a golpear de lleno en la línea de flotación con una genialidad de Iago Aspas tras otro robo de Brais. El astro celeste recogió el balón en la media luna, se acomodó la pelota con un toque sutil y conectó un zurdazo que hizo estéril la estirada de Dmtrovic. En apenas tres minutos, el Celta se había lanzado en el partido frente a un rival incapaz de traducir en amenaza su yerma tenencia de la pelota.

En apenas tres minutos, el Celta se había lanzado en el partido frente a un rival incapaz de traducir en amenaza su yerma tenencia de la pelota

La segunda parte comenzó para el Celta como había empezado la primera. Los de Coudet presionaron alto y con intensidad en campo contrario y a punto estuvieron de conseguir el tercero en un contragolpe conducido por Denis Suárez que habría dejado a Santi Mina mano a mano frente a Dmitrovic. Infelizmente, el salcedense dio el balón demasiado rápido y Diego Carlos apareció de la nada para cortar la pelota, impidiendo que el punta celeste se plantase delante del portero.

Gobernaba el Celta sin demasiados apuros el partido cuando la lesión de Aidoo por un problema muscular trastocó por completo sus planes. Coudet sacó a Murillo e hizo también ingresar en el campo a Tapia, que suplió a Denis, y a Nolito, que entró por Cervi. Sin Aidoo en el campo, el Celta perdió el sitio. Y tampoco le ayudó la retirada de Denis, que restó fluidez al Celta en campo contrario. El Chacho lo retiró porque tenía tarjeta y antes de un minuto también la había visto Tapia, cuya presencia no contribuyó a mejorar las prestaciones defensivas de los celestes.

En estos minutos de desconcierto, el Sevilla, al que hasta entonces el Celta había contenido sin grandes apuros, encontró el modo de hincarle el diente al partido. Lo hizo gracias a un genialidad del argentino Papu Gómez, que agarró el balón en la frontal, recorrió la corona del área hasta encontrar línea de tiro. y golpeó el balón violentamente con un disparo inasequible para Dituro. Quedaban 20 minutos para el final.

El Sevilla olfateó la sangre y no dejó al Celta reponerse del impacto con un segundo gol solo tres minutos después, esta vez con la firma de Oliver Torres, que aprovechó un mal despeje de Araújo (cuyo trabajo había sido hasta entonces inmaculado) para recoger el balón dentro del área y alojar el balón en el fondo de la red con un poderoso disparo. A diferencia de Coudet, a Pablo Sanz, sí le funcionaron los cambios.

El Celta conservó un punto tan valioso como agridulce en un campo en el que muy pocos equipos han sido capaces de sacar tajada esta temporada

El tramo final del encuentro fue para el Celta un ejercicio de pura supervivencia, con el Sevilla volcado sobre el portal de Dituro. El cuadro nervionense tuvo incluso a tiro la victoria con una cabezazo de Oliver Torres a la base del poste tras un gran centro de Acuña desde la izquierda. Salvo por un amago de Aspas mal resuelto, el Celta tuvo que multiplicarse para contener daños. Fueron diez esforzados minutos finales que el grupo de Coudet dedicó a achicar balones para conservar un punto tan valioso como agridulce en un campo en el que muy pocos equipos han sido capaces de sacar tajada esta temporada.