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El Celta sufre la sequía del ‘9’ suplente

Desde el ascenso a Primera hace una década ningún delantero que soliese salir desde el banquillo ha logrado una gran cifra anotadora

Thiago Galhardo se lamenta de una ocasión fallada en un encuentro de la presente temporada. LOF

Comienza a ser habitual que en cada ventana de fichajes se relacione a numerosos delanteros con el Celta. A veces da igual que los candidatos tenga un perfil opuesto entre sí, que conozcan LaLiga o que procedan de un país exótico. Lo importante es que cumplan con un requisito que debería ser universal para todo atacante: el gol. Y no es tan fácil conseguirlo porque es lo que cuesta más dinero. Al equipo vigués le está costando encontrar un nueve de garantías que no sea titular y que le asegure media docena de tantos a final de temporada. Tanto es así que en la última década, justo desde el ascenso a Primera División en 2012, tan solo Guidetti superó esa cifra en la campaña 16/17, cuando anotó siete tantos en 35 encuentros -23 de ellos como suplente- . E incluso esa cifra tiene “trampa” porque seis de esos goles los marcó en partidos en los que salió de titular.

Sin embargo, el dato del ariete sueco en dicha temporada es realmente bueno y tan solo Iago Aspas y Nolito, los dos referentes ofensivos de aquel Celta, pudieron superarlo con 14 y 12 goles respectivamente en la competición doméstica. El siguiente en la lista de mejor delantero suplente de la última década en el conjunto vigués es Mario Bermejo, quien sumó 5 dianas en el curso 12/13 que ayudaron a lograr la histórica permanencia del 4%. Aquel mismo año, el de Santander compartía rol con el surcoreano Park Chu-young, llamado a ser una de las estrellas de aquel equipo pero que finalizó con apenas tres goles en su casillero.

Mario Bermejo celebrando un gol con la camiseta del Celta en la temporada 12/14 RICARDO GROBAS

Un año después, con Luis Enrique en el banquillo, la delantera vivió una revolución. Charles era el punta titular y por detrás suya en la rotación aparecían un jovencísimo Santi Mina, que marcó dos tantos en su primera temporada completa con el primer equipo, y de nuevo Mario Bermejo, que sin embargo se perdió media campaña por lesión y que no pudo celebrar ningún gol antes de retirarse en junio de 2014. En enero de aquel ejercicio el club consiguió la cesión de Welliton, que protagonizó varios altercados extradeportivos y que no transformó ninguna diana en los apenas cuatro minutos que estuvo sobre el terreno de juego. 

Charles celebrando un gol en la temporada 13/14 RICARDO GROBAS

Las tres temporadas siguientes, con Berizzo como entrenador, fueron las más efectivas para los delanteros que no tenían la vitola de titular. En la 14/15 Charles se vio relegado al banquillo tras la llegada de Larrivey y su olfato goleador se resintió, pasando de los 12 goles en la campaña anterior a los apenas tres que consiguió anotar en el primer ejercicio del técnico argentino en el banquillo. Un año después llegó la mencionada cifra de Guidetti de siete tantos, mientras que en la 16/17, donde el equipo disputó la Europa League y las oportunidades en LaLiga fueron mayores para los menos habituales, el ariete sueco y el italiano Giuseppe Rossi alcanzaron los cuatro goles cada uno.

Guidetti celebra un gol en la temporada 16/17 ante el Shakhtar Donetsk en la Europa League SERGEY DOLZHENKO

Tras la marcha del argentino del banquillo de Balaídos, hace ya cinco temporadas, el solar realizador del delantero suplente del Celta es aterrador. Con Unzué como entrenador, Iago Aspas y Maxi Gómez coparon casi todos los minutos en LaLiga, obligando a Guidetti a cambiar de aires en enero rumbo al Alavés y fichando como recambio a Lucas Boyé. Ninguno de los dos vio portería y los 39 goles anotados por los puntas celestes se repartieron entre los 22 del canterano de Moaña y los 17 del uruguayo.

Sus impresionantes cifras hicieron que el Celta tomase la decisión de no contratar ningún punta que pudiera generarles competencia en el verano de 2018. El club apostó porque fuese el alemán Dennis Eckert, que venía de ofrecer un gran rendimiento en el filial, el que ejerciese el rol de delantero suplente. Sin embargo, ni Mohamed ni Cardoso confiaron en él y abandonó el equipo en enero sin anotar un solo gol. Fran Escribá, que llegó a poco más de diez jornadas del final, no dio más oportunidades, por lo que de nuevo la faceta anotadora cayó únicamente en Iago y Maxi, que cumplieron con 20 y 13 dianas.

Maxi Gómez e Iago Aspas celebran juntos un gol en la temporada 18-19 ALBA VILLAR

En 2019 en A Sede cambiaron a un uruguayo por otro, y ante la salida de Maxi rumbo a Valencia la dirección deportiva eligió al “Toro” Fernández como recambio, que apenas anotó un gol esa temporada, precisamente contra el conjunto valenciano. Santi Mina alternó titularidades con suplencias y en el mercado de invierno llegó Smolov, claramente titular para Óscar García pero que tampoco dejó una gran cifra goleadora -sumó dos tantos en 14 encuentros-.

La pasada campaña llegó Coudet, pero no lo hizo acompañado de gol desde el banquillo. Santi Mina por fin se asentó en el once inicial, lo que obligó al club a buscar un nueve suplente de garantías en el mercado. Encontró a Facundo Ferreyra, que vio portería en su debut contra el Atlético de Madrid pero que no pudo engordar la cifra en los siguientes doce partidos que disputó.

Galhardo todavía no ha visto portería en las 14 apariciones que ha tenido en Liga

Tampoco este año el Celta ha encontrado ese bien tan preciado en Thiago Galhardo. El brasileño, que fichó a finales de agosto con la temporada ya en marcha, tuvo que ponerse en forma antes de aparecer regularmente sobre el césped. Una vez conseguido lo primero, al ex de Internacional se le ve cada vez más acoplado con sus compañeros, aunque su principal debe es que todavía no ha podido celebrar ningún tanto suyo.

Ya trabaja el Celta en reforzar su delantera la próxima temporada con el único objetivo de acabar con esa endemia que le persigue desde hace una década y que quiere dejar atrás de una vez por todas. Elegir un nueve suplente de garantías le está resultando de todo menos sencillo y en los despachos de A Sede pretenden dar en el clavo de una vez por todas.

Beltrán llegó a pensar que el Celta le quedaba grande

No lo pasó bien Fran Beltrán en los últimos años. El centrocampista, recién renovado por el club hasta 2026, reconoció ayer en rueda de prensa que llegó a plantearse si estaba capacitado para jugar en el Celta. “Un profesional, cuando no juega, tiene un proceso en el que cree que no vale, que el equipo se le queda grande y que lo mismo tiene que irse a otro equipo menor”, apuntó. Sin embargo, no lo hizo y peleó por hacerse con un puesto en el once, algo que logró esta campaña. ”Yo sabía que podía jugar y dar mucho de mí, pero no tenía la continuidad que un jugador, a mi edad, necesita. Aún así nunca he dejado de intentarlo y cuando trabajas durante mucho tiempo, la recompensa la tienes”, aseguró.

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