Herido por su temprana eliminación copera a manos de un oponente de inferior pelaje, el Celta busca redención y consuelo en LaLiga en un duelo de alta exigencia frente a la Real Sociedad (Reale Arena, 16.15 horas, Movistar) que va marcar el horizonte competitivo del grupo de Eduardo Coudet en la segunda vuelta del campeonato.
El conjunto celeste se ha conjurado para pasar página sobre el borrón copero del Atlético Baleares y se propone iniciar el segundo tramo del torneo regular tal como finalizó el primero: con un triunfo en un escenario y frente a un rival de prestigio. “Queremos, sobre todas las cosas, resarcirnos de la imagen de la Copa”, proclamó ayer el preparador celeste, dolido (como sus jugadores) por la sonrojante derrota sufrida en Palma justo cuando el Celta parecía que comenzaba a tomar impulso.
El duelo contra los de Imanol Alguacil es, sin embargo, mucho más que una cuestión de redención. Las convincentes victorias encadenadas frente al Espanyol y el Betis han conjurado el fantasma del descenso y permiten al equipo celeste soñar con la pelea europea, lo que necesariamente pasa por ganar esta tarde a una Real Sociedad que no llega al encuentro en su mejor momento de forma.
Las convincentes victorias encadenadas frente al Espanyol y el Betis han conjurado el fantasma del descenso y permiten al equipo celeste soñar con la pelea europea
Los celestes cimentaron el pasado curso su remontada en un par de buenas rachas que este curso les ha sido imposible conectar debido a su irregularidad en Balaídos, donde solo han sido capaces de ganar dos encuentros. La mala dinámica como local se interrumpió en el último partido del año contra el Espanyol y el brillante triunfo conseguido en la jornada siguiente en el Benito Villamarín pone al Celta en disposición de encadenar por fin esta temporada una buena racha que mitigue las secuelas anímicas del tropiezo copero y mejore sus perspectivas en LaLiga.
Aunque menos que en los dos anteriores encuentros, la preparación del choque estará condicionada por el brote de COVID que ha fustigado al equipo a la vuelta del parón navideño y que ha obligado al técnico a una complicada gestión de sus piezas. La buena noticia es el regreso, ya superada la enfermedad, de Néstor Araújo; la mala, la ausencia de Tapia, lesionado en el duelo copero del viernes. El peruano se suma a las bajas del también lesionado Augusto Solari (quien ayer comenzó el trabajo con el grupo) y de Rubén Blanco, ya ausente en la Copa al estar en contacto estrecho con un positivo en COVID.
Frente a la Real Sociedad, el Celta recuperará una fisonomía más habitual. Con alguna cautela con los jugadores afectados por coronavirus, Coudet desplegará un equipo bastante similar al que puso el pasado domingo una pica en el Benito Villamarín. Las principales dudas están en la defensa, donde Kevin podría suplir a Mallo (titular en Copa) en el flanco diestro. Aidoo y Araújo ocuparán previsiblemente el eje de la línea y Galán es fijo en el costado izquierdo.
Beltrán se situará por delante de la zaga precediendo a la línea de volantes en la que repetirán Brais, Denis y Cervi, mientras que Santi Mina y Iago Aspas volverán a ser la referencia en punta.
La Real Sociedad llega, mientras tanto, al partido apremiada por la mala racha de resultados que ha sacado a los de Imanol de puestos europeos. Tras seis jornadas sin ganar y perder cuatro de los últimos seis partidos, los donostiarras necesitan con urgencia un triunfo que detenga la sangría y les permita volver a mirar hacia arriba. El regreso del Mikel Oyarzabal, máximo goleador del equipo, tras cumplir sanción, es la mejor noticia para Imanol, que tiene dudas sobre si podrá contar con piezas importantes como Aritz Elustondo o David Silva.
En el banquillo del conjunto donostiarra estará Rafinha Alcántara, cedido por el PSG hasta final de curso, que podría tener sus primeros minutos con la Real frente al Celta tras permanecer en el último partido copero ante el Leganés en el banquillo.