El Celta anunció recientemente su deseo de que acudan el mayor número posible de aficionados a los partidos que juegue a domicilio. El nuevo área social creada en el club y liderada por Raúl Rivas se está moviendo para conseguir reencontrarse con sus socios. Es por ello por lo que pondrá a disposición de los abonados entradas para los partidos que el equipo dispute como visitante. El número, eso sí, variará en función de lo que ofrezca el conjunto que actúe como local según la disponibilidad de su estadio. Tampoco será igual el precio, que lo marca siempre el equipo que juega en casa a no ser que haya un pacto entre clubes, como ya pasó en otras ocasiones entre Celta y Ahletic Club.

No solo los abonados tendrán opción de adquirir una entrada. Desde A Sede anunciaron que una cuota quedará reservada para la Federación de Peñas de la entidad con el objetivo de facilitar la asistencia de peñistas que viven en otros territorios. Las entradas de esta cuota se gestionarán directamente a través de las diferentes peñas.

Además, para facilitar la compra de la localidad el Celta ofrecerá la posibilidad de recoger la entrada definitiva tanto en la Oficina de Abonados de Abanca Balaídos cómo en la ciudad del desplazamiento.

Estas medidas se unen a otras que quieren explotar en los próximos meses en el propio estadio vigués. En un primer esquema que maneja Rivas aparece la posibilidad de que los socios participen en experiencias VIP como puede ser un lanzamiento de penalti en el descanso de un encuentro o recibir al equipo en el túnel de vestuarios cuando llegue al estadio, por citar dos ejemplos.

Además, el club también se mostró abierto a abordar la posibilidad de que se puedan liberar las localidades de aquellos socios que no acudan a un partido para poner a la venta esa localidad y que el importe pagado por otro aficionado se reparta a partes iguales entre el abonado que deja la butaca y el propio Celta. El objetivo de todas estas medidas es intentar recuperar a buena parte de la masa social perdida en los últimos años