La plantilla del Celta retomó los entrenamientos el fin de semana y se prepara para afrontar unas Navidades tranquilas tras superar de forma convincente al Espanyol el pasado viernes en Balaídos y poner 5 puntos de distancia sobre los puestos de descenso. El grupo de Eduardo Coudet, que ayer volvió a trabajar ayer en sesión vespertina, celebrará esta semana un par de sesiones de entrenamiento y se tomará cinco días de vacaciones para pasar las fiestas en familia. Los jugadores descansarán de miércoles a domingo y a partir del lunes, día 28, se centrarán de forma específica en la preparación de la visita del día 2 de enero al Benito Villamarín en el último partido de la primera vuelta.

Al Celta le espera un enero caliente, en el que habrá que combinar LaLiga y la Copa del Rey, con partido cada tres días, prácticamente hasta final de mes, con la única excepción del parón de selecciones programado para el último fin de semana.

El calendario se aprieta en enero, pero seguramente lo más llamativo es que el Celta va a tener que disputar cinco de los seis primeros partidos de 2022 como visitante. La secuencia se iniciará con el Betis el 2 de enero, continuará con la eliminatoria de dieciseisavos de final de Copa en el campo del Atlético Baleares (5 de enero), proseguirá en el Reale Arena frente a la Real Sociedad (8 de enero), y vendrán luego, si el Celta se clasifica, los octavos de final de la Copa frente a un rival y en un escenario por designar.

Posteriormente, entre semana, el equipo vigués recibirá a Osasuna en el único partido (a menos que el rival copero de octavos sea de la misma categoría y la favorezca el sorteo) que los de Eduardo Coudet van a jugar en Balaídos. El mes termina con otro plato fuerte: la visita al Ramón Sánchez Pizjuán en el fin de semana del 22 y el 23 de enero.