Es difícil valorar qué le ocurre al Celta en sus visitas a Mallorca, donde acumula casi 18 años sin conseguir la victoria desde que lo hiciera con Míguel Ángel Lotina a los mandos. Hoy, con Coudet en el banquillo, el conjunto celeste tratará de romper su nefasta dinámica en la isla para, entre otras cosas, intentar no meterse en un berenjenal antes de las fechas navideñas.
El conjunto vigués llega al partido envuelto en una dinámica irregular de juego y resultados, más preocupados por lo segundo que por lo primero, tal y como enfatizó el entrenador argentino ayer mismo. “En todos los ítems hemos mejorado en relación al torneo pasado. Salvo en que a pesar de ser uno de los equipos a los que menos ocasiones le generan, somos los que menos las evitamos”, aclaró Coudet, que vive más tranquilo alejado de Balaídos. Y no es para menos. Once de los dieciséis puntos que acumula el Celta en la clasificación los ha logrado a domicilio, donde presenta números de élite. No así en casa, donde es uno de los peores locales de Europa.
Sea como fuere, el partido de hoy es en el Visit Mallorca Estadi y ante un equipo que viene de ganar al vigente campeón de liga en el Wanda Metropolitano. Chocan pues los estados de ánimo de unos y otros, que sin embargo están a tiro de piedra en la clasificación.
Tampoco es similar la propuesta del Chacho con la de su homólogo en el banquillo mallorquinista. El primero se ha cansado de repetir que quiere ser protagonista, tener la posesión y crecer a partir de ella. Eso también le ha llevado a cometer errores “groseros” en la salida de balón que han acabado con la pelota dentro de la portería de Dituro. “Para salir con el balón jugado, posicionalmente tenemos que estar bien. Si vas a los errores del otro día, no estábamos posicionalmente bien parados para tomar la decisión de salir jugando”, apuntó el técnico celeste.
El conjunto balear, por su parte, se siente más cómodo sin tener que pensar sobre qué hacer con la pelota. Prefiere esperar replegado para lanzarse con el cuchillo entre los dientes hacia el área rival en algún contragolpe que lideren Kubo o Kang-In Lee. Los dos jugadores asiáticos, disciplinados y verticales, son la gran amenaza de un Mallorca que cuenta también con la veteranía de Manolo Reina, todo un artista en el arte de perder tiempo, algo de lo que también se quejó Coudet tras el partido ante el Valencia y con lo que a lo mejor deberá lidiar esta noche.
No hará excesivos cambios en su once el Chacho. Pese a los últimos errores, Dituro volverá a situarse bajo palos. El argentino quiere redimirse de una serie de malas decisiones que le han costado las primeras críticas desde su llegada. En la línea defensiva repetirán Kevin y Javi Galán en los laterales y Aidoo y Araújo en el centro de la zaga. El capitán Hugo Mallo, renqueante toda la semana, no se ha recuperado a tiempo de su lumbalgia y se queda en Vigo para tratar de estar listo el martes en Copa.
La principal novedad llegará en el centro del campo. Renato Tapia tiene todas las papeletas para recuperar el puesto en el once, lo que volvería a desplazar a Fran Beltrán al costado derecho una vez que Denis Suárez es insustituible en la sala de máquinas. Cervi, que sigue mejorando partido a partido, tendrá su hueco en la izquierda, mientras que la punta de ataque será para Brais y Santi Mina. Galhardo, ya recuperado, entró en la citación.
En la convocatoria también están Carlos Domínguez y Gabri Veiga, del filial, y Hugo Sotelo y Hugo Álvarez, del Juvenil A, con lo que Coudet tendrá a su disposición hasta diez canteranos.