El Celta sale indemne del vendaval de Mallorca. Y no porque el equipo balear haya sido un huracán que barriese a los celestes sobre el campo, sino porque las fuertes rachas de viento que arreciaron sobre Son Moix convirtieron el partido en un verdadero sufrimiento. Cada vez que el balón se levantaba más de dos metros del suelo el aire hacía que su trayectoria fuese impredecible, sobre todo para el equipo que jugaba con el viento en contra. Con todos estos condicionantes, el Celta fue mejor y juntó un buen puñado de ocasiones para poder llevarse el triunfo. Galhardo tuvo las mejores, una en el primer tiempo y otra en el segundo. Pero esta noche lo que no paró el viento, lo paró Manolo Reina. El portero del Mallorca se mostró muy seguro ante las intentonas de los vigueses, casi todas en el segundo tiempo. Al final los de Coudet se vuelven del estadio bermellón con un empate que se da por bueno vistas las condiciones meteorológicas a las que se disputó el choque. Un punto que no termina de alejar a los celestes del descenso pero que les sirve para mantener una dinámica positiva lejos de Balaídos. La próxima jornada también será un viernes, el próximo, en el municipal vigués contra el Espanyol.

Poco o nada se pudo rescatar en el primer tiempo. Con el viento en contra, el Celta tuvo suficiente con mantenerse en pie. Las violentas rachas que conducían cada balón aéreo irremediablemente hacia la portería de Matías Dituro fueron un problema al que el equipo de Coudet tardó más de media hora en adaptarse. Por suerte, al Mallorca le pasó lo mismo. De los cuarenta y cinco minutos iniciales solo trascendió un percance de Santi Mina después de sufrir un fuerte balonazo en la cabeza y un remate de Galhardo -el sustituto de Mina- que despejó Manolo Reina. Afortunadamente, el cambio del delantero vigués se realizó por precaución.

En medio de un contexto tan adverso, quien se lo pasó en grande fue Renato Tapia. El pivote peruano recuperó la titularidad y sus galones con una actuación más que notable. Pocos futbolistas están más preparados que él para un partido tan extraño. Si del Mallorca apenas hubo noticias en el área celeste fue en gran medida gracias a su aportación delante de los centrales. Tapia terminó por desquiciar a todos los que pasaban por su zona, en especial a Dani Rodríguez, del que solo se contabilizó un lanzamiento lejano a las manos de Dituro.

La segunda mitad se presentaba más favorecedora para los intereses vigueses al poder atacar con el viento a sus espaldas. Aunque el primero en avisar fue el equipo mallorquín con dos acercamientos de Kang-in Lee y Maffeo. A falta de veinte minutos para el final Coudet quitó a Denis, muy intermitente en un partido muy difícil para sus características, y metió a Nolito. A base de empuje los celestes fueron acorralando a los locales en su área. Y ahí fue donde se encontraron con el portero. Primero para detener milagrosamente un remate de Galhardo a bocajarro y en el descuento para despejar un remate de Nolito desde el punto de penalti y un zurdazo bien colocado de Brais Méndez desde la frontal. Por el medio Javi Galán lo probó con un gran chut que salió lamiendo el palo derecho. Cuando mejor estaba el Celta, el árbitro señaló el final. Un punto en un partido imposible. Ahora a pensar en el Espanyol y en volar de una pieza desde el aeropuerto balear.

Ficha técnica:

Mallorca: Reina; Maffeo, Valjent, Raillo, Costa; Antonio Sánchez (Kubo, m.69), Battaglia, Ruiz de Galarreta (Sedlar, m.89), Dani Rodríguez; Kang-in Lee (Niño, m.90) y Abdón Prats (Ángel, min. 55).

Celta: Dituro; Kevin Vázquez, Aidoo, Araújo, Javi Galán; Tapia; Beltrán, Denis Suárez (Nolito, min. 72), Cervi; Brais Méndez y Santi Mina (Thiago Galhardo, min. 18).

Árbitro: Díaz de Mera (C. Castilla-La Mancha). Amonestó a Jaume Costa (min. 42), Dani Rodríguez (min. 79) y Ruiz de Galarreta (min. 82), del Mallorca; a Kevin (min. 45) y a Denis Suárez (min. 89, en el banquillo), del Celta.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimoséptima jornada de LaLiga disputado en el Visit Mallorca Estadi ante 10.655 espectadores.