La enfermiza pasión de Iago Aspas por el fútbol le ha proporcionado un vasto conocimiento del mercado que el Celta espera aprovechar algún día, cuando el morracense decida colgar las botas y se incorpore, como ya ha quedado más o menos pactado, a la estructura del club. Aspas ve mucho fútbol internacional y no descuida las ligas domésticas. Tiene incluso amplios conocimientos de las competiciones locales y de los equipos gallegos. Su catálogo es extenso.

A la estrella celeste no le interesa ser entrenador cuando se retire, pero no es un secreto que le gustaría convertirse en un futuro no muy lejano en el director deportivo del Celta. Lo ha dicho ya en varias ocasiones en múltiples foros. La última, el pasado lunes en una entrevista con El Partidazo, de la Cadena Cope. “Es algo que siempre me ha gustado”, reiteró.

Aspas colabora habitualmente con la actual dirección deportiva del Celta, bien para convencer a futbolistas que el club pretendía fichar, bien para recomendar la contratación de algún nombre que a él le había sorprendido particularmente. “Siempre doy consejos. A veces me hacen caso y otras no me dicen nada. En algún fichaje, igual podía haberme callado”, dijo.

El morracense ha mostrado en más de ocasión muy buen ojo para detectar el talento. La última vez fue hace un año con uno de los futbolistas que está llamando la atención de los grandes clubes: el delantero brasileño del Ajax Antony Matheus dos Santos, cuyo fichaje sugirió al Celta cuando éste militaba en el Sao Paulo. “Es un jugador espectacular”, recalcó Aspas. “Hace un año se lo recomendé al Celta, pero pedían 12 kilos y no llegábamos”, se lamentó. El Ajax acabaría pagando 15,75.

La estrella del Celta se refirió durante la entrevista a su prolongada ausencia de la selección nacional, que en esta última cita para los partidos de clasificación del Mundial de Catar 2022 frente a Grecia y Suecia sí cree justificada. “Ahora mismo no me llevaría a la selección; en la Eurocopa, tal vez sí”, reconoció.

Aunque Luis Enrique Martínez parece haber definido la línea del equipo sin contar con él, Aspas asume con naturalidad la situación y espera volver algún día. “Lo voy a seguir intentarlo. Siempre ha sido mi sueño”, destacó. “Todavía me quedan un par de años. No soy mucho de dar explicaciones ni de preguntar. A veces lo he hablado con Coudet cuando me toca ir al banquillo. No me desespera. Por mi comienzo de temporada no me llevaría. Ahora tal vez es entendible. No soy rencoroso”, remachó.

Sobre la última remontada ante el Barcelona, el goleador céltico explicó: “Al principio llegas enfadado, pero con la charla del míster en el descanso dijimos de marcar en los primeros 15 minutos y el plan salió según lo establecido. Tenía pensado tirar al palo corto, pero la bola se quedó lenta y dije: ‘Al palo largo’. La celebración fue con mucha rabia para darle una alegría a la afición. Llevábamos cinco derrotas en casa y esperábamos dar una alegría”.