“Me duele perder, pero me duele aún más perder en casa”. La frase de Eduardo, el Chacho, Coudet tras la derrota frente a la Real Sociedad resume la sensación de frustración del Celta en la mayoría de los partidos que ha disputado esta temporada en Balaídos. El estadio vigués se ha convertido en coto vedado para el conjunto celeste, que ha perdido cinco de los seis encuentros que ha jugado como local y apenas ha conseguido festejar tres goles (dos de ellos improductivos) ante su afición. La única victoria de la temporada en casa la ha obtenido el equipo vigués frente al Granada en el descuento. Lo hizo Denis cuando el partido parecía abocado a un empate sin goles; los otros dos los anotaron Iago Aspas, de penalti, al Atlético de Madrid en la jornada inaugural, y Santi Mina al Cádiz, en la quinta. El Celta comparte con el Cádiz y el Alavés la condición de segundo equipo menos goleador de LaLiga como local. Solo el Getafe, con dos tantos, empeora sus números.

La diferencia en rentabilidad goleadora como local y visitante es abrumadora: el Celta necesita 7 remates a puerta para marcar como local y tan solo dos para anotar como visitante.

El equipo de Coudet acumula dos partidos consecutivos en blanco en Balaídos, ambos frente a adversarios de la zona alta de la tabla (Real Sociedad y Sevilla) en los que paradójicamente ha desplegado su mejor nivel de juego del curso.

Si en los primeros partidos el problema estribaba esencialmente en las dificultades para generar ocasiones de gol, en los últimos compromisos ligueros ha sido la falta de puntería la que ha impedido al Celta trasladar al marcador su superioridad sobre el terreno de juego. Frente al Atlético, por ejemplo, los celestes tan solo tiraron en dos ocasiones entre los tres palos, incluido el penalti que Aspas convirtió en gol, mientras que en el la siguiente jornada ante el Athletic ninguno de los 13 disparos realizados por el Celta cogió portería. Contra el Cádiz, el grupo de Coudet necesitó de otros 13 disparos (4 de ellos entre palos) para marcar, y en la que hasta ahora ha sido su única victoria como local, frente al Granada, fueron necesarios 14 tiros (5 a portería) para llevarse los tres puntos sobre la bocina.

La precisión en el disparo (también la calidad del juego) se ha incrementado de forma notable en los dos últimos compromisos ligueros contra adversarios de tanto fuste como el Sevilla (tercero) y la Real Sociedad (líder del campeonato). Frente a los de Lopetegui los célticos dispararon 14 veces contra la meta de Bono, que detuvo tres lanzamientos claros y vio cómo primero Nolito cabeceaba fuera una ocasión diáfana y cómo el poste privaba luego a Santi Mina de marcar. El Sevilla se llevó el partido en un único lanzamiento a puerta tras un desafortunado rebote que dejó a Rafa Mir mano a mano frente a Matías Dituro.

No menos cruel fue la derrota sufrida el jueves a manos de la Real Sociedad. Los celestes sometieron al líder, pero se estrellaron contra su portero, el australiano Mathew Ryan, que sacó seis balones claros de gol con un recital bajo el travesaño. Los celestes realizaron un total de 14 disparos (8 entre palos), mientras que los de Imanol Alguacil marcaron dos goles en cuatro lanzamientos (dos claros) a portería.

La pobreza goleadora del Celta como local contrasta con sus números como visitante, donde el grupo de Coudet acumula 7 goles en 5 partidos: 2 al Real Madrid que no le sirvieron para puntuar, otros 2 que le dieron el triunfo en el campo del Levante y 3 frente al Getafe que le reportaron tres puntos en su último desplazamiento. Siete de sus diez puntos los han logrado los celestes a domicilio, mientras que en casa apenas han sido capaz de sumar 3 de 18 que se han puesto en juego.

Solo en uno de sus seis partidos como local ha logrado el Celta dejar su portería a cero; lejos de su estadio, en cambio, el equipo vigués ha sido capaz de no encajar gol en tres de los cinco encuentros que ha disputado (empate sin goles frente a Osasuna en El Sadar y victorias en el Ciutat de Valencia y en el Coliseum)

El cuadro celeste solo ha ido tres minutos por delante en el marcador en el estadio celeste

Al Celta le ha tocado muy pocas veces navegar esta temporada con viento a favor, especialmente en Balaídos, donde ha tenido que remontar un marcador adverso en cinco de los seis partidos que ha disputado hasta la fecha. Muy pocos minutos ha habido este curso en los que el grupo de Coudet no haya tenido que remar contracorriente. Los números así lo atestiguan. De los 560 minutos que el cuadro celeste ha jugado como local, 242 ha estado por detrás en el marcador y solo 3 por delante. Y los únicos tres minutos que ha mandado el Celta en el luminoso corresponden al descuento del partido contra el Granada tras anotar Denis Suárez el gol del triunfo en el 94 de los 97 minutos de juego. La mayor parte del tiempo, sin embargo, se ha disputado en Balaídos con tablas en el marcador (318 minutos), con el condicionante de que el Celta ha sido el que ha llevado la iniciativa del juego precisamente por su condición de local. Lejos de Balaídos son también más los minutos en los que al Celta la ha tocado remar contracorriente (198 minutos de un total de 450) y bastantes más los que ha podido navegar con viento de cola (94), aunque no siempre ha sido capaz de sostener su ventaja. Lo hizo frente al Levante durante 24 minutos y ante el Getafe durante 35, pero cayó goleado en el Santiago Bernabéu (5-2) tras haberse adelantado por dos veces en el marcador. Tomando en cuenta los 997 minutos de juego en los 11 partidos disputados en lo que va de temporada, los celestes han ido por delante en 97, han ido a remolque otros 316, mientras que el resto (584) se han jugado con tablas en el marcador.