El Celta crece esta temporada desde la retaguardia. La capacidad de mantener la propia portería a cero, más que el caudal ofensivo desplegado, han marcado los resultados obtenidos por el grupo de Eduardo, el Chacho, Coudet en los siete compromisos ligueros. El denominador común de las dos victorias y el empate logrados por el cuadro celeste ha sido la ausencia de goles en contra. Nunca ha sido capaz esta temporada el Celta de ganar un partido en que le hayan marcado, tanto si ha tenido que tenido que remontar un resultado adverso, como ocurrió contra el Atlético de Madrid, el Athletic o el Cádiz, como si ha sido el equipo vigués el que se ha adelantado en el marcador, como sucedió (hasta en dos ocasiones) contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

Lo cierto es que la seguridad defensiva del Celta, bajo sospecha en las primeras jornadas, ha crecido de forma apreciable en los dos últimos encuentros, proporcionando al conjunto celeste seis de los siete puntos que adornan su casillero. Una de las piezas clave (seguramente la más importante) de esta mejoría es el formidable rendimiento bajo el arco de Matías Dituro. Además de haber detenido tres de los cuatro penaltis que le han lanzado, el cancerbero argentino ha dado a la portería un aplomo del que carecía en estos últimos años con intervenciones de incontestable mérito que han salvado puntos para el equipo.

La pena máxima detenida a Rubén García que permitió al Celta rebañar un punto en Pamplona; el penalti detenido a Roger Martí que echó por tierra las esperanzas de remontada del Levante o la providencial doble intervención en el descuento que precedió al gol de Denis contra el Granada son seguramente las más destacadas, pero a ellas hay que agregar la confianza que Dituro infunde a sus compañeros y la sensación general que el Celta ha firmado un seguro de vida con su fichaje.

Pero no solo la portería a mejorado. Uno de los principales problemas que se achacó al Celta en los primeros compromisos ligueros fue la escasa fiabilidad de la zona central de su defensa. Hasta la cuarta jornada liguera, con la incorporación de Murillo sobre el cierre del mercado, el constante cambio de piezas fue el denominador común en el eje de la línea.

En este segmento competitivo, Coudet llegó a emplear, con po bres réditos, hasta cinco diferentes parejas de centrales en los cinco primeros partidos de Liga: Araújo-Fontán, Araújo-Carlos Domínguez, Araújo-Aidoo, Araújo-Murillo y Murillo Fontán fueron, por este orden, los pares elegidos. En los dos últimos compromisos ligueros, Araújo y Murillo han repetido como pareja de centrales con su mejor rendimiento en lo que va de curso y dos porterías consecutivas a cero. Parece que el técnico ha dado por fin con la tecla en el centro de la defensa.

El esguince de tobillo sufrido por Néstor Araújo en el último compromiso contra el Granada pone en duda si Coudet podrá matener el dúo frente al Elche, aunque como contrapartida el técnico recuperada de momento a Joseph Aiddo, tras superar este por segudna vez el COVID-19.