El fútbol regresa a Balaídos veinte días después del último tropiezo del Celta ante una afición que no ve ganar a su equipo en directo desde el ya lejano 22 de febrero de 2020, contra el Leganés (1-0), días antes de que la pandemia cambiase el mundo. Los últimos tres compromisos de los célticos en casa se han saldado con derrota: Betis, Atlético de Madrid y Athletic Club. Esto, sumado a la goleada encajada el domingo en el Bernabéu, ha llevado al equipo de Eduardo Coudet a una situación inesperada después de afrontar con gran ilusión el nuevo curso.
En este contexto, los célticos reciben esta noche (21 horas, Gol TV) a un Cádiz que pasa también por momentos delicados, parecidos a los del rival vigués, al que solo supera por un punto en los puestos más bajos de la clasificación. De hecho, el entrenador del equipo andaluz reconocía antes de viajar a tierras gallegas que las dos derrotas consecutivas en casa han dejado huella en sus jugadores.
Celta y Cádiz, por lo tanto, no se encuentran en condiciones de regalar nada al adversario y necesitan sumar cuanto antes la primera victoria del campeonato para desterrar ansiedades y presiones que compliquen sus próximos compromisos. La Liga es larga, pero un mal comienzo puede arruinar un año de esperanzas. Y de esas experiencias amargas hay ejemplos.
De la situación que intentará remediar el Celta ante el Cádiz son muy conscientes en la plantilla céltica, como ayer dejaba de manifiesto Iago Aspas en las redes sociales. “Seguimos trabajando duro para darle vuelta a esta situación”, apuntaba el moañés. Aspas es una de las referencias claras para revertir la situación.El Celta necesita de sus goles y de sus asistencias para sacar la cabeza del pozo. El moañés solo ha visto puerta desde el punto de penalti, contra el Atlético de Madrid. En el Bernabéu no tuvo muchas oportunidades, aunque intervino tanto en el gol de Mina como en el de Cervi, que se estrenaba como goleador con la celeste.
Los problemas del Celta ante el Real Madrid se centraron en la defensa, que no supo conservar un marcador favorable como el 1-2 del descanso y sucumbió ante la clase de Benzema, Modric y Vinicius con un 4-0 en contra en la segunda mitad.
En la retaguardía está ahora mismo el mayor preocupación de los célticos, que con ocho goles en contra se sitúan como los más vulnerables del campeonato, junto al Alavés. Coudet no ha encontrado una pareja estable de centrales (una distinta en cada jornada).
En la línea de atrás también se multiplican los problemas después de que Joseph Aidoo diese ayer positivo en COVID. Además de la ausencia del ghanés, Coudet apuntó ayer que Araújo arrastra unas molestias, aunque es casi seguro que el mexicano se mantendrá en el once, junto a Murillo. Mallo y Galán ocuparán los laterales. Tapia guardará las espaldas a Brais, Denis y Cervi, ya recuperado, que tendrán por delante a Mina y a Aspas. La novedad en la convocatoria es el portero Coke Carrillo, del filial y cedido por el Barça.
Si mejora en la contención, el conjunto celeste aumentará considerablemente sus opciones de sumar el primer triunfo del curso frente a un Cádiz que el año pasado se llevó una goleada de Balaídos. Fue el triunfo más contundente que los célticos han conseguidohasta el momento con Coudet.
Cervera, por su parte, no quiere que sus jugadores caigan en el alarmismo y la mejor receta para ello es ganar el primer partido de Liga. Los gaditanos han protagonizado el segundo peor arranque liguero en Primera División, tras el del curso 1988-89. Si en aquella temporada el Cádiz perdió los tres primeros encuentros de Liga y no pudo sumar un punto hasta la cuarta jornada, ahora suma dos en la clasificación, merced a sendos empates a un gol en las dos primeras jornadas ligueras ante Levante y Betis.
El equipo andaluz tiene las bajas habituales de los lesionados José Mari Martín-Bejarano, Alberto Perea y Carlos Akapo y a ellos se une el central Juan Cala, que no está disponible por sanción tras su expulsión en el último encuentro disputado en el estadio Nuevo Mirandilla frente a la Real Sociedad (0-2).
El delantero rumano Florin Andone, que fue la última incorporación del equipo, tampoco viaja a Vigo porque debe “aclimatarse” tras su llegada al club, según señaló el propio entrenador del Cádiz, que solo ha ganados en dos de las diecisiete ocasiones que ha visitado Balaídos.