El extécnico celeste Óscar García Junyent regresa a la liga francesa para coger las riendas del Stade de Reims. El saballedense sustituye a David Guion tras cuatro años al frente de ‘Les rouges et blancs’ y se lleva como segundo entrenador a Rubén Martínez.

"Todos tienen el nombre del sucesor, aunque las cosas aún no estén formalizadas (...) No vamos a hacer un escándalo, es Óscar García quien será el entrenador del Reims la próxima temporada", expresó el máximo mandatario del club rémois, Jean-Pierre Caillot, el pasado abril cuando anunció el nombramiento.

García regresa a los banquillos tras ser destituido por el Celta y lo hace en su segundo periplo galo tras dirigir al Saint-Étienne durante 12 partidos en la campaña 2017-2018, en los que cosechó cinco victorias, tres empates y cuatro derrotas. Su salida no obedeció a una decisión directiva, sino a una falta de 'feeling' del catalán con la entidad stéphanoise: carencia de entendimiento con el vestuario y la no llegada de varios fichajes que había solicitado.

Hizo lo mismo en el Olympiacos griego justo antes de llegar a Vigo; dejó el club motivado por la decadencia del conjunto, que provocó incluso que su presidente mandara entonces a todos los jugadores de vacaciones. También se puso al frente del Watford inglés, donde acabó apartándose por problemas de salud. Igualmente, entrenó al Red Bull Salzburgo, haciéndolo campeón de Austria dos veces y alzando dos copas nacionales, tras lo cual decidió probar una nueva experiencia, en el Saint-Étienne precisamente. Además, se curtió en el Brighton inglés, aunque acabó haciendo las maletas finalmente por motivos personales, y por el Maccabi Tel Aviv, del que se marchó por la situación de guerra en Israel.

No tuvo el mismo guion con el Celta, donde permaneció un año, en noviembre del 2019 llegó para suplir a Fran Escribá y logró salvarlo del descenso, pero en la presente temporada, acabó siendo sustituido por Eduardo 'Chacho' Coudet ante la deriva negativa de resultados de los vigueses.

Con el Celta, el que también fue míster de los juveniles del Barça disputó 41 encuentros (tres de Copa del Rey), traducidos en ocho victorias, 17 tablas y 13 nocauts. Ahora llega de nuevo al país vecino para reflotar a un Reims que se sitúa undécimo con 41 puntos y una pobre racha de un solo choque ganado en los últimos cinco.