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El último “milagro” de Coudet

Eduardo Coudet, durante el partido que el Celta disputó en San Sebastián. // JAVI COLMENERO

La trayectoria del Celta en esta temporada resulta sorprendente teniendo en cuenta su mal inicio y la proyección protagonizada en la tabla clasificatoria: pasó de la última plaza a la octava en 27 jornadas, las que lleva Eduardo, el ‘Chacho’, Coudet al frente del equipo gallego. De los 50 puntos acumulados a falta de dos jornadas, 43 los ha conseguido con el técnico argentino. Y más de la mitad de este botín lo obtuvo a través de dos rachas de cuatro victorias consecutivas (entre noviembre y diciembre, la primera; y de abril a mayo, la segunda).

Esta última etapa de éxitos adquiere mayor relevancia, si cabe, porque los célticos la han afrontado con importantes bajas por lesiones y sanciones. La victoria del pasado miércoles ante el Getafe sin encajar goles –con tres de los cuatro defensas no habituales, así como el portero y el mediocentro–, es un claro ejemplo de la transformación del juego de los célticos.

Parece “milagroso” lo que está consiguiendo un equipo que evitó el descenso en la última jornada de los dos últimos cursos. Desde el propio club consideran que la plantilla anterior era incluso mejor que la actual. Ha mejorado, sin duda, el aprovechamiento de los recursos. Un equipo al que se le criticaba por defender mal, ahora juega, compite, defiende con orden y apenas sufre para conservar las ventajas en el marcador.

Los tres puntos en juego ante el Getafe se quedaron en Vigo gracias al gol de Nolito (en uno de los escasos remates a la portería de Soria), a la brillante actuación del guardameta Iván Villar y a la eficacia defensiva. La actuación de la zaga alcanzó mayor mérito porque tres de sus cuatro componentes no son habituales en el once de Coudet. Tampoco es titular Fran Beltrán en el mediocentro. Pero tanto el toledano como Kevin Vázquez por el lateral derecha, y Joseph Aidoo y Carlos Domínguez, como pareja de centrales, cumplieron sobradamente el trabajo encomendado por su técnico, con quien destacan más las virtudes que los defectos de una plantilla a la que hace meses se le cuestionaba su capacidad para continuar en la élite.

Fondo de armario

El camino del Celta, sin embargo, no ha sido sencillo debido a unos continuos contratiempos que han llevado a la titularidad a jugadores que al principio de la temporada partían como posibles suplentes. Iván Villar figuraba como tercer portero de la plantilla, por detrás de Rubén Blanco y de Sergio Álvarez. Kevin era el recambio natural de Hugo Mallo. Aidoo comenzaba como tercer defensa central (Murillo y Araújo son los titulares habituales). El joven Carlos Domínguez se ha convertido en el quinto central (sin contar a Costas y a Sáenz, prescindible para el club) ante la ausencia de José Fontán por la pandemia del coronavirus. Mientras que Beltrán tenía por delante a Tapia y a Okay Yokuslu. El miércoles fueron fundamentales para que el equipo celeste alcanzase los 50 puntos. Una prueba más de que el fondo de armario, como la calidad de la plantilla, depende en muchas ocasiones de cómo se gestione un grupo de futbolistas.

Meses atrás, jugadores como Mina, Nolito, Brais Méndez, Denis Suárez o Hugo Mallo generaban muchas dudas para una buena parte de la afición. Ahora, pocos dudan de la revalorización de todos ellos en el mercado futbolístico.

En este camino hacia la parte noble de la Primera División, el Celta presenta un balance negativo entre los goles marcados y los encajados. De los nueve primeros clasificados, solo el conjunto vigués y el Betis aparecen como equipos más vulnerables en defensa que efectivos en ataque. A los celestes les han marcado 53 goles, mientras suman 51 a favor. Esos números, sin embargo, no concuerdan con lo realizado desde la llegada a Vigo de Coudet. En las jornadas previas al fichaje del argentino, el Celta sumaba 6 goles a favor y 15 en contra. Esa tendencia se invirtió y en las veintisiete jornadas siguientes el conjunto vigués marcó 45 tantos y encajó 38. Unos resultados más acordes a su octava plaza, que intentará conserva y, si es posible, mejorar en los dos partidos que le restan para cerrar la temporada: ante el Barcelona y el Betis.

El domingo en el Camp Nou, los célticos disponen de la oportunidad de igualar el récord de cinco victorias que lograron con Víctor Fernández en la temporada 2000-01. No ganan en casa del Barça desde noviembre de 2014, con un gol de Larrivey tras una asistencia de tacón de Nolito. El gaditano, como su compañero Denis Suárez, se enfrenta a su exequipo con la posibilidad de ir engordando la bolsa de puntos de Coudet. El argentino ha logrado 43 puntos en 27 jornadas. Solo los cuatro primeros de la clasificación (Atlético de Madrid, Barcelona, Real Madrid y Sevilla) han mejorado esos números en ese periodo de la competición.

De los 27 partidos con Coudet, el Celta ha dejado su portería a cero en ocho ocasiones (un 29,6 por ciento), mientras que ha sumado una media de 1,59 puntos por jornada. Todos estos números confirman la transformación de un equipo que se aseguró la permanencia (su principal objetivo esta temporada) con cinco o seis jornadas de antelación. El “milagro” es obra de Eduardo, el ‘Chacho’, Coudet, uno de los entrenadores más destacados de Primera División y que aspira a prolongar la racha de victorias del Celta para intentar asaltar la séptima plaza.

Son los puntos que ha sumado el Celta en los 27 partidos con Coudet. Solo los cuatro primeros clasificados mejoran esos números.

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