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Coudet prohíbe el conformismo

Fran Beltrán controla el balón ante Parejo, ayer, en el partido disputado en el Estadio de La Cerámica. // LOF

El Celta regaló ayer una victoria de las que elevan los ánimos de su afición hasta el infinito y más allá. Goleó al recién clasificado finalista de la Liga Europa en una actuación coral magnífica, pese a las importantes bajas que presentó en casa del Villarreal, y renueva sus opciones de seguir peleando por una plaza europea en las tres jornadas que restan para cerrar el curso. Aparte de la loca actuación arbitral (tres penaltis, dos expulsiones aunque una rectificada y media docena de revisiones del VAR), los célticos se mostraron como un equipo que de la mano de Eduardo Coudet ha aprendido a sobrevivir sin Iago Aspas, a que un debutante como Carlos Domínguez parezca un veterano pese a que el año pasado era juvenil, a jugar de memoria y a que el grupo se entregue con todas sus energías por el bien colectivo. Más allá de las excelentes actuaciones de Mina (dos goles para elevar su cuenta a diez), Brais Méndez (su octavo tanto), Solari (segundo gol consecutivo), Aarón Martín (dos asistencias de gol), Denis Suárez, Beltrán o Iván Villar, la máxima distinción de este Celta espectacular (tercera victoria consecutiva) debería recaer sin discusión en Coudet. El argentino y su equipo de colaboradores son los artífices del cambio radical de una plantilla que era colista en la décima jornada y que ahora pelea por la sexta plaza.

Seis cambios en el once

Coudet llegó a Villarreal con un plan que respondiese con la misma contundencia al varapalo que sufrió el Celta en la primera vuelta contra los de Emery (0-4). No importó que el once celeste registrase ausencias tan notables como las de Murillo, Tapia o Aspas, o que toda la defensa fuese diferente a la del once inicial contra el Levante. Seis cambios que el equipo apenas notó porque en el minuto 19 ya ganaba después de que Brais y Nolito rondasen el gol que sí logró Mina de cabeza tras un centro de Aarón.

Rival neutralizado

Beltrán y Denis, con la ayuda de un Solari solidario hasta el agotamiento, anularon a Dani Parejo. Y a partir de ahí, el Villarreal se quedó sin organizador del juego y los célticos se aplicaron en defender con orden y atacar con fiereza en busca de una victoria de prestigio. Coudet ha generado tanta seguridad en el grupo que ni siquiera se inmutó con el gol de Moi Gómez seis minutos después del de Mina. Mantuvo su plan hasta que el VAR decretó barra libre. Pese a las interrupciones por el videoarbitraje, el partido mejoraba con mucho el del día anterior entre el Barcelona y el Atlético de Madrid, que pelean por el título de Liga y por el dinero de la Superliga. Los presupuestos millonarios no garantizan el espectáculo.

Tres penaltis

El árbitro Medié Jiménez concedió dos penaltis al Celta en la primera mitad. Un hecho casi insólito en las grandes ligas en esta temporada. Solo el Montpellier francés había recibido tanto premio como visitante antes que los célticos. El primero, muy dudoso, después de que Asenjo arrollase a Mallo cuando el lateral no tenía posibilidades de rematar. El segundo, tras una falta a Brais en los límites del área grande. El VAR siguió actuando antes del descanso para evitar la expulsión del céltico Araújo que el árbitro ya había decidido. Sancionó al céltico con tarjeta amarilla tras revisar en el monitor una jugada que ni siquiera era falta. El mexicano se perderá la visita del Getafe a Balaídos el miércoles por acumulación de cartulinas. Pero no acabó ahí el espectáculo arbitral, porque en la recta final del partido sancionó con pena máxima una jugada en la que el balón impactó más cerca del hombro que del brazo de Kevin Vázquez.

Gol por repetición

El gol desde los once metros de Gerard Moreno no hizo peligrar el triunfo del Celta, porque Solari se había encargado de anotar el cuarto para los de Coudet. El centrocampista argentino, como ante el Levante, cerraba con éxito una excelente triangulación por el costado izquierdo, con Nolito, Denis y Aarón como protagonistas. Una vez más, las jugadas ensayadas daban importantes réditos a un Celta que se quedó con diez (como en el partido anterior), por la rigurosa expulsión de Ferreyra. Pero no sufrieron para mantener un resultado que les convierte en uno de los mejores equipos de la segunda vuelta y de los más peligrosos a domicilio. Ya suma 20 puntos como visitante.

La continuidad del técnico

La transformación de los célticos es obra de Coudet y su equipo, por eso el club está obligado a asegurar cuanto antes la continuidad del técnico. Tiene contrato hasta junio de 2022, pero necesita un mayor blindaje. Aparecerán muchos pretendientes en próximas semanas.

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