El conflicto entre el Celta y el Concello a cuenta de la reforma de Balaídos y la ciudad deportiva presidió buena parte de la intervención de Carlos Mouriño. El presidente celeste anunció que el club ha presentado en el juzgado una demanda contra el consistorio vigués en la que se pide la nulidad del convenio de obra de Balaídos por el incumplimiento del plan rector firmado por ambas partes y el retraso en la ejecución de la reforma que, según este documento, debía estar concluida en 2017.

“Esta judicialización terminará en los juzgados penales. No queremos aceptar los egos de nadie. El Celta está por encima de su propiedad, de su presidente y del alcalde de la ciudad”, relató Mouriñó, que acuso al regidor de “mentir”.

“No se quiere dejar crecer al Celta. Se nos pone una bota encima” denunció el mandatario, que enumeró las trabas que Abel Caballero puso al club para construir su ciudad deportiva en Vigo tumbando los diferentes proyectos que el club le puso sobre la mesa y afeó al Concello que haya presentado hasta cinco recursos contra la primera fase de la ciudad deportiva de Mos, ya casi rematada, en la que no se ha proyectado la construcción de un centro comercial.

“La incontinencia verbal del alcalde nos lleva a estar aclarando cosas, situaciones, declaraciones. Estamos todos aburridos de este tema y nadie más aburrido que nosotros mismos pero ante los continuos ataques, tenemos que aclararlo a nuestros aficionados”, se quejó Carlos Mouriño.

El presidente celeste ironizó sobre las inundaciones ocurridas en la grada de Tribuna (“¿Puede pasar esto en el mejor estadio de Europa?”, se preguntó), lamentó que las deficiencias de la cubierta impidan a los aficionados resguardarse de la lluvia, denunció que el Concello discriminaba a los socios de Río Alto con respecto a Río Bajo a cuenta de la separación de los asientos y denunció un sobrecoste de 30 millones de euros en la reforma de estadio.

El presidente celeste presumió de contar con “una de las mejores sedes” de España, se felicitó por el gran número de reconocimientos que el club ha tenido en estos años, incluyendo el de modelo de gestión que la ha concedido la FIFA (junto al Manchester City y el Milan), al tiempo que, en contraposición con la reforma del estadio, valoró la diligencia del club en la construcción de la ciudad deportiva.

El presidente celeste presume de cantera y elogia la gran temporada del filial

Carlos Mouriño dedicó buena parte de su intervención a la situación de la cantera, de la que se mostró orgulloso, sin obviar la gran temporada del Celta B, que ha cumplido el objetivo de ascender a Primera RFEF en un año clave y tiene todavía la posibilidad de cumplir el sueño de ascender a Segunda División. El mandatario presentó cifras que no admiten dudas sobre la buena salud de la cantera celeste, como que el 45 por ciento de la actual plantilla del primer equipo está integrada por canteranos, que en 16 jornadas 6 canteranos han formado parte del equipo titular, que en otros 3 partidos ha habido 7 jugadores de la casa en el once y que nada menos que cinco chicos de la cantera han debutado esta temporada en Primera División. “Estamos en el top 15 de las canteras de todo el mundo en el ranking CIES”, presumió Mouriño, que destacó el “profundo reconocimiento” que el Celta tiene como “referente de la cantera”. El presidente del Celta añadió que además de surtir al primer equipo de jugadores, su función principal, la cantera celeste ha aportado nada menos que 159 futbolistas a clubes de toda Galicia en la última década y desveló que el 11 por ciento de los jugadores juveniles del Celta alcanzan el fútbol profesional frente a solo el 0,4 por ciento del promedio en el fútbol español. El dirigente explicó también la encrucijada en que se encontraba el filial con la reforma de la Segunda B y la necesidad dar un salto. “Teníamos un reto por delante, estancarnos o dar un salto. Por eso cambiamos el modelo, estamos en la PRO sin descuidar nuestra cantera”, explicó. Y precisó: “Estamos en una situación increíble, tenemos una posibilidad de dar un paso adelante. Lo van a pelear como si fuera lo último que van a hacer. Si lo conseguimos, deberíamos replantearnos nuestro sistema de cantera. Nuestro salto desde Juveniles a la PRO va a estar mucho más complicado. Tendríamos que replantear cómo enfocar las categorías inferiores”.