El Celta ha asegurado esta noche que jugará por décima temporada consecutiva en Primera. Un logro que el equipo se ha visto obligado a celebrar con la boca pequeña ante el reguero de lesiones que significó la victoria (2-0) frente al Levante. Coudet perdió durante el encuentro a Renato Tapia, a Iago Aspas y a Jeison Murillo. Los tres con problemas musculares. Una circunstancia que podría haber sido una catástrofe de proporciones épicas si el Celta llegase a este tramo del curso con las urgencias de los dos últimos años. Pero el equipo del 'Chacho' Coudet llegaba a este duelo con los deberes casi hechos y con su pegada los terminó. Dos goles en el segundo tiempo liquidaron a un Levante escaso de pegada y mantienen a los vigueses sujetos a esa lejana opción de engancharse al tren de Europa.

La cómoda situación de Celta y Levante en la zona templada de la tabla no hacía presagiar un duelo de alto voltaje. Sin embargo, los dos equipos saltaron al césped con la ambición de llevarse los tres puntos. Coudet no hizo cambios en su centro del campo ni en la delantera, mientras que en defensa volvió a dar la alternativa a Fontán en el lateral izquierdo y a Aidoo como pareja de Murillo. Kevin fue el encargado de proteger el flanco derecho en ausencia de Hugo Mallo.

Después de los primeros acercamientos del Levante a través de centros laterales, el Celta comenzó a carburar. Nolito y Aspas desperdiciaron antes de cumplirse el cuarto de hora dos ocasiones clarísimas. La primera tras una buena recuperación de Brais, galopada del moañés y remate defectuoso del gaditano a puerta vacía; la segunda tras un fenomenal pase de Denis Suárez y una vaselina de Iago que terminó en las manos de Dani Cárdenas. Los acercamientos del Celta no hicieron retroceder a los de Paco López, que lo intentaron segundos después con un derechazo de Melero desde la frontal que se encontró con una certera intervención de Iván Villar.

El ritmo de la primera mitad iba a decaer completamente con la lesión de Tapia. El peruana completó una brillante acción defensiva con el tacón pero lo pagó caro. Tuvo que entrar Fran Beltrán antes de lo que a Coudet le hubiese gustado. El Levante trató de aprovechar el desconcierto con una jugada individual de Álex Cantero que salió cerca del palo. El jóven atacante granota le había hecho un buen roto a Aidoo a campo abierto. Antes del descanso el colegiado anuló un penalti que había señalado sobre Santi Mina tras revisar la jugada en la pantalla. El delantero del Celta arrancó esa jugada en fuera de juego.

El 'Chacho' dio entrada a Araújo y a Aarón Martín por Aidoo y Fontán tras el descanso. Entre que los futbolistas se asentaban, el Levante volvió a meter el susto en el cuerpo a los vigueses. A Roger Martí le faltó un suspiro para enganchar un remate mortal en el área pequeña. Pero la puntería que le faltó a los celestes en el primer tiempo brotó en el segundo. El Celta cocinó su primer gol a fuego lento. Una jugada en la que prácticamente participaron todos los jugadores. La circulación de lado a lado en el balcón del área terminó en quien suele tener más y mejores ideas que nadie. Iago Aspas encontró un espacio minúsculo para que Brais, en carrera y con la sutileza de un cirujano, picase la pelota por encima de Cárdenas. Séptimo gol para el de Mos y undécima asistencia para el moañés. Minutos después el mismo Brais pudo firmar su doblete, aunque esta vez no logró superar al guardameta.

Y siguieron los sustos, aunque no llegaban a través de los jugadores rivales. Aspas se llevaba la mano a la parte posterior del muslo y pedía el cambio. Entró Solari, que en uno de los primeros balones que tocó sentenció el partido. Fue después de una gran combinación por la izquierda entre Nolito y Aarón Martín y un gran centro del lateral al segundo palo que empujó el atacante argentino en el segundo palo. Gol para abrochar los tres puntos y la permanencia matemática.

El Levante siguió intentando causar problemas a Iván Villar. Morales y Pier pudieron acortar distancias en los últimos minutos, pero hoy estaban gafados de cara a puerta. Tan gafados como el Celta, que antes de que pitase el árbitro el final del encuentro se quedó con diez por la lesión de Murillo. Al final los vigueses pudieron celebrar los tres puntos, pero festejarán todavía más que los problemas de Tapia, Aspas y Murillo se queden en un simple sobresalto.