El Celta de Eduardo Coudet se ha convertido en una verdadera trituradora de entrenadores esta temporada.
Con el despido de Abelardo Fernández son ya dos los técnicos que pierden el cargo tras medirse al conjunto celeste, que ha sido el que ha dado la puntilla tanto al preparador babazorro como, antes que a él, al entrenador argentino del Elche, Jorge Almirón.
Además de ser el juez de la destitución de ambos entrenadores, el equipo celeste ha contribuido también con sus victoria en San Mamés a las destituciones de Gaizka Garitano, que fue cesado dos jornadas después de caer claramente frente a los celestes en La Catedral, como del preparador del Huesca Míchel Alonso, despedido tras perder contra el Cádiz un par de jornadas después de hacerlo frente a los Eduardo Coudet en Balaídos.
“Quiero que el Alavés se salve y por eso he tomado esta decisión tan dura”,
La última víctima de los celestes ha sido Abelardo tras sumar un punto de los últimos 21 e juego, con el Alavés, colista de la categoría. La contundencia de la victoria céltica, que sentenció el encuentro con tres goles en los 20 primeros minutos de partido, supuso un rejón de muerte para el preparador asturiano solo un par de meses después de haber sustituido a Pablo Machín (cesado cuatro jornadas después de perder contra el Celta en Balaídos) al frente del banquillo de Mendizorroza. “Quiero que el Alavés se salve y por eso he tomado esta decisión tan dura”, explicó Abelardo como motivo de su renuncia.
En febrero pasado, el técnico argentino del Elche Jorge Almirón vivió en una situación parecida. El preparador franjiverde presentó también su dimisión (en este caso forzado por el dueño del club, el también argentino Christian Bragarnik) tras caer por 3-1 en Balaídos.
Almirón anunció su renuncia nada más concluir el encuentro, sin pasar siquiera por la sala de prensa del estadio vigués. Su sustituto, Fran Escribá, ha sacado luego al cuadro alicantino del descenso.