El encuentro entre el Celta B y el Valladolid Promesas y la decisión del club vigués de que el filial no juegue esta fase de ascenso a Segunda División en el Municipal de Barreiro supuso la vuelta de público a las gradas de Balaídos después de un año y un mes. Había muchas ganas entre los seguidores celestes pero sólo mil afortunados pudieron seguir en directo la cita después de cumplir con las estrictas medidas para cumplir el protocolo de seguridad anticovid.