La temporada en la que el Celta creyó que había recuperado a Emre Mor para el fútbol va a concluir con otro fiasco. El futbolista apenas acumula 498 minutos en esta Liga, en la que no ha vuelto a jugar desde el 24 de enero. El último mes lo ha pasado bajo el sol y envuelto en el lujo de Dubai, a donde se trasladó a mediados de febrero para recibir tratamiento por una pubalgia. Entonces, el club anunció que Mor estaría de regreso en Vigo en dos o tres semanas. Han pasado cuatro y desde A Sede señalaban ayer que esperan que el futbolista regrese a lo largo de esta semana, pero sin poder concretar la fecha. Su entrenador, Eduardo Coudet, se desentendía el sábado pasado del regreso del internacional turco, a quien le resta casi año y medio de contrato en Vigo.

Uno de los fichajes más elevados de la historia del club y uno de los jugadores con el salario más importante de la actual plantilla sigue acumulando meses ajeno al equipo celeste. En sus cuatro temporadas perteneciendo al Celta (en la 2019-20 estuvo cedido) acumula 52 partidos de Liga y Copa, con dos goles y cuatro asistencias. Ha jugado 2.031 minutos con la celeste, doscientos minutos menos que su compañero Renato Tapia,que lleva en Vigo desde el pasado verano.

Seis entrenadores han pasado por el Celta desde que Emre Mor se presentase en Balaídos como una de las promesas del fútbol europeo en el verano de 2017. Ha acabado con la paciencia de Unzué, Mohamed, Cardoso, Escribá, Óscar García y Coudet.

Tras fracasar en sus cesiones al Galatasaray y Olympiakos, el jugador convenció el verano pasado al Celta de que esta sería la temporada de su renacimiento. Arrancó en plan estelar ante el Eibar, pero se fue apagando hasta desaparecer incluso de las convocatorias. Una pubalgia le llevó a Dubai para tratarse con un fisioterapeuta de confianza. No cumplió los plazos de regreso a Vigo. Coudet no parece muy interesado en su vuelta. El club tendrá que buscarle una selida este verano o esperar a que cumpla su contrato, en junio de 2022.