El Celta ha confirmado los malos pronósticos en torno a la lesión sufrida por Rubén Blanco el domingo en El Alcoraz. Las resonancia magnética practicada al jugador por los servicios médicos del club ha revelado que sufre “una rotura del alto grado” en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda. La lesión no va a requerir cirugía, pero mantendrá al portero mosense alejado de los terrenos de juego durante unas ocho semanas.
Si no se produce ningún retroceso, el guardameta de Mos estaría en condiciones de reaparecer comienzos del mes de mayo para disputar los últimos cinco partidos de Liga. Hasta entonces, con Sergio Álvarez también lesionado, la portería del Celta estará en manos de Iván Villar.
Rubén Blanco tuvo que ser sustituido en el descuento del primer tiempo del partido contra el Huesca después de ser golpeado por Pablo Insúa en una acción en el área céltica. El jugador alzugrana desequilibró en el aire al portero celeste, que cayó en mala posición, echándose de inmediato la mano en la rodilla. Juan José García Cota, jefe de los servicios médicos del Celta, lo atendió sobre el campo y al momento se dio cuenta de que se trataba de un problema grave, tal como hoy han confirmado las pruebas.
La desgracia ha perseguido a Rubén desde su primera temporada en el primer equipo del Celta. La rotura del ligamento lateral interno de la rodilla izquierda sufrida el domingo en el Alcoraz es la decimotercera lesión que golpea al guardameta celeste a lo largo de su todavía incipiente carrera. Desde que es profesional con el conjunto celeste, el mosense ha sufrido otras doce patologías de diferente signo y gravedad que lo han mantenido alejado de los terreros de juego durante 467 días y le han hecho perderse hasta el momento 62 partidos. Desde que subió el primer equipo, no ha habido temporada en la que el la no haya sufrido algún problema de importancia.
El anterior percance sufrido por Rubén se produjo en el tramo final de la temporada durante la visita del Atlético de Madrid en Balaídos y le hizo perderse los siete primeros partidos de Liga del presente ejercicio. Un mal golpeo en un saque de portería le produjo el arrancamiento completo del tendón directo del recto femoral derecho, una lesión que requirió cirugía y lo mantuvo alejado de los terrenos de juego durante casi cuatro meses, 114 días en concreto.
Y no era el primer percance que sufría. A comienzos de temporada faltó en otros dos encuentros debido a un esguince en la rodilla derecha por el que estuvo 20 días de baja.
La temporada 2018-19 fue más tranquila. El canterano estuvo poco más de un mes de baja (31 días) por un problema muscular, en este caso, una rotura de fibras en el muslo izquierdo. Al producirse la lesión durante la pretemporada, tan solo se perdió un encuentro.
Más agitado fue el curso 2017-18, con tres lesiones leves que le hicieron perderse un total de cinco compromisos ligueros.