El Celta araña un punto sobre la campana

Con Aspas y Brais Méndez de vuelta tras su sanción, el Celta apuntaba a recuperar su mejor faceta ante un Valladolid mermado, que sumaba siete jornadas consecutivas sin ganar -ocho con la de hoy-. Pero no fue así. En una especie de mimetismo cansino, los de Coudet y los de Sergio González protagonizaron una primera mitad alejada del fútbol, con múltiples parones y pobres llegadas a las áreas. Un calco de la parte inaugural ante el Valencia, que acabó como el rosario de la aurora.

Fue Weissman quien abrió los ojos del espectador por vez primera con un disparo desde la frontal del área tras una inusual a la par que grosera pérdida de balón de Renato Tapia. Rubén Blanco chapó la portería. Poco a poco, los celestes iban ganando terreno, disfrutaban de mayor posesión -como a lo largo del choque-, pero no materializaban ninguna jugada, todas acababan pereciendo en el área vallisoletana, como si de un despeñadero se tratase. El Celta solo tiró en dos momentos entre los tres palos en el global, uno de ellos con premio. El Pucela, tres, igualmente uno con fortuna.

Los compases primigenios del segundo asalto, un calco de lo ya presenciado... hasta el minuto 60. El empate no era bueno para ninguno, uno por el expreso deseo de salir de la parte de abajo de la tabla y otro por no querer ni mirar para ella. En esas, Iago Aspas estrelló el cuero a la escuadra a los dos tercios del encuentro. Poco después, en el 65, Óscar Plano enmudeció a la parroquia viguesa con un derechazo cercano al área pequeña que terminó siendo despejado por Néstor Araújo, pero que llevaba veneno tras un envite y entrega brillantes de Sergi Guardiola en un baile por el fondo del campo. En el 71, jarro de agua fría: Orellana anotaba el primero dentro de la caseta de Rubén tras beneficiarse de un intento marrado por Weissman.

Cuando parecía que un ex le iba a torcer el domingo soleado a los celestes, Murillo tiró de orgullo propio

Tras el mazazo, los del ‘Chacho’ perseveraron para alejar los fantasmas del pasado. Con todo, amén de un conato de Hugo Mallo con relativa timidez, los esfuerzos no eran palpables… hasta la campana. Cuando parecía que un ex le iba a torcer el domingo soleado a los celestes, Murillo tiró de orgullo propio, se alzó entre el tumulto y cabeceó una falta botada por Aspas en el 94 para igualar el electrónico e imponer justicia en Balaídos.

El Huesca será la siguiente pareja de danza del Celta, el próximo domingo a las 14.00 horas en El Alcoraz. No estará Tapia para la cita, que hoy vio su décima tarjeta amarilla y que, además, acabó el duelo con molestias en su tobillo derecho, maltrecho ya desde el partido ante el Valencia, en el que sufrió un esguince. Asimismo, Araújo padeció una lesión proximal de los isquiotibiales derechos, según el parte médico ofrecido por el propio club, y se le realizarán pruebas complementarias. Los celestes marchan décimos con 30 puntos, más cerca del objetivo de la salvación.

Los pucelanos coquetean con el pozo del descenso: son decimoséptimos con 22 puntos, los mismos que el Alavés, ya en números rojos con los mismos partidos. Se verán las caras con el Getafe el sábado 6 de marzo también a las 14.00 horas.

LaLiga, además, ha anunciado hoy el horario del Celta - Real Madrid: será el sábado 20 de marzo a las 16.15 horas en Balaídos.