Facundo Ferreyra se convirtió ayer en el delantero que el Celta buscaba desde el inicio de la presente temporada, y cuya contratación se demoró hasta la segunda vuelta del campeonato ante los problemas con el tope salarial, según el club vigués, que impone LaLiga para mantener el ‘fair play’ financiero. Las salidas de Lucas Olaza y de Okay Yokuslu ha permitido la contratación de Ferreyra, que llega como agente libre. Firma hasta final de temporada, con opción a renovar el contrato.

El futbolista argentino, que el 14 de marzo cumplirá 30 años, se ha desligado del Benfica, al que llegó en el verano de 2018 con la carta de libertad tras haber destacado como goleador en el Shaktar Donetsk.

Ferreyra, sin embargo, no tuvo continuidad en el conjunto lisboeta, que meses después decidió cederlo al Espanyol. En el club catalán tampoco alcanzó mucho recorrido. Llegó para cubrir la baja del excéltico Borja Iglesias, pero Calleri y Raúl de Tomás le cerraron el paso a la titularidad. Participó en 16 partidos de Liga con los pericos, en lo que anotó un gol, además de otros siete en once partidos de previas y competición europea.

De vuelta en Portugal, el verano pasado le pusieron el cartel de transferible, pero sus 4 millones de euros de ficha impidieron la llegada de ofertas por un futbolista que inició su carrera profesional en Atlético Banfield en 2008 antes de recalar en Vélez Sarsfield.

¿Sale el Celta reforzado o debilitado del mercado de fichajes de invierno?

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Sus buenos números como goleador en Argentina le abrieron las puertas a Europa y en julio de 2013 el Shakhtar Donetsk ucraniano desembolsó unos 8 millones de euros por su traspaso. Un año después se negaría a regresar a Donetsk después de que estallase el conflicto armado en Ucrania.

Con esa acción de protesta, secundada por otros cinco compañeros, logró que lo cediesen al Newcastle United, donde no llegó ni siquiera a debutar (disputó 8 partidos con el segundo equipo del club inglés) para regresar al curso siguiente al Shakhtar y convertirse en uno de los mejores delanteros de la liga ucraniana.

Una lesión le impidió medirse al Celta en la eliminatoria de la Liga Europa en la temporada 2016-17. Un año después finalizó contrato y, pese a las numerosas ofertas que le llegaron de diferentes ligas europeas, el futbolista argentino se decantó por la del campeón portugués, que asumió su elevada ficha.

Ahora, regresa a la Liga española de la mano de su compatriota Eduardo Coudet, que ve reforzada así una posición en la que la plantilla solamente cuenta con Santi Mina como delantero centro específico, aparte de un Aspas que puede moverse en cualquiera de las posiciones de ataque e incluso en la mediapunta.

Ferreyra es un delantero rápido, que busca bien los espacios y las diagonales, un perfil diferente al de Mina, que busca más el contacto y la pelea con los centrales. Su cotización actual en el mercado futbolístico es de 2 millones de euros, cuando llegó hasta los 9 millones de euros en la primavera de 2018, en el momento álgido de su carrera deportiva. Apenas suma 90 minutos de competición en lo que va de temporada.

Ayer tarde se convertía en el tercer fichaje del Celta en este mercado de invierno, tras las incorporaciones del lateral izquierdo Aarón Martín, cedido por el Mainz 05, y el centrocampista Augusto Solari, por el que el Celta abonará alrededor de medio millón de euros al Racing Club de Avellaneda, en el que coincidió con Coudet, al que hizo campeón de la Superliga argentina con un gol a Tigre en 2019.

Su compatriota Ferreyra llega a Vigo un año después de que el Celta reforzarse su delantera con Fedor Smolov. La incorporación del internacional ruso generó una gran ilusión entre el celtismo. Sin embargo, el atacante que colmaba las pretensiones del entrenador Óscar García para reforzar un equipo en dificultades en la clasificación no respondió a las expectativas y solamente pudo sumar dos goles en catorce partidos. Eso sí, aportó mucho glamour e impacto mediático. Al concluir la cesión, el Celta renunció a hacer efectiva la opción de compra, fijada en unos 6 millones de euros por el Lokomotiv de Moscú.

A la baja de Smolov en el verano pasado, el Celta también se desprendió del ‘Toro’ Fernández (cedido al Zaragoza) y de Pione Sisto, traspasado al Midtjylland danés. Además, Óscar García rechazó a Vadillo, que llegó del Granada y tuvo que marcharse a préstamo al Espanyol, mientras que el club recuperó a Emre Mor, al que le dio una última oportunidad después de fracasar en sus cesiones en Turquía y en Grecia.

Con Ferreyra, Coudet dispone incluso de una pieza de recambio para un Iago Aspas que reaparecía el pasado domingo en Granada después de perderse los tres anteriores partidos de Liga por lesión. El deseado delantero ya está en Vigo y esta semana comenzará a preparar junto a sus nuevos compañeros el partido del próximo lunes ante el Atlético de Madrid.