Tocó con los dedos el partido soñado, pero a Lucas Olaza se le escapó la posibilidad de marcar ante el Eibar en el que pudo ser su partido de despedida de Balaídos y el Celta. El balón rematado por Olaza se estrelló en uno de los palos de la portería de Dmitrovic y el lateral zurdo uruguayo se quedó sin la posibilidad de poder exteriorizar la rabia contenida desde hace días ante la posibilidad de abandonar un club en el que quería continuar por mucho tiempo. Pero los planes del Celta son otros: no está dispuesto a abonar a Boca Juniors la cláusula obligatoria de 4 millones de euros que se incluía en su cesión al conjunto celeste si disputaba 20 partidos de Liga. Ayer era su decimoctava aparición en la temporada y Coudet le puso fecha de salida para facilitar la llegada del extremo Franco Cervi, una solicitud personal del técnico argentino.

“Sólo intento que se solucione lo más rápido posible, que en estos dos o tres días tengamos una definición 100 por cien sí o 100 por cien no, pero un panorama claro lo antes posible. Seguramente es lo que el club tratará de definir”, comentó Coudet sobre la situación de Olaza y su posible marcha para que su plaza de extracomunitario la ocupe Cervi, sobre el que hay acuerdo con el Benfica para que se convierta en jugador del Celta a cambio de 4 millones de euros, más otra cantidad similar por objetivos.

“No sé si está dentro de nuestras posiblidades. ¿Me gustaría? Sí. Ya estoy más contento que vamos a estar más completos en la semana con lo de Iago, con lo de Augusto, que Denis ya cumplió la sanción”, dijo Coudet ayer tras el partido contra el Eibar.

“La realidad que vivimos hoy no permite al club hacer o ejecutar lo que está firmado en el contrato. Ahora, veremos”, añadió el técnico argentino sobre la situación de un Olaza que prepara las maletas.