Brais Méndez va camino de seguir los pasos de un Iago Aspas que en sus comienzos era un atacante sin una posición definida entre la mediapunta y las bandas al que Paco Herrera convenció de que podía convertirse en un goleador. El mosense anotó ayer el cuarto gol de la temporada, con el que el Celta sumó un punto después de encadenar tres derrotas en Liga y una en Copa. Tras el empate frente al Eibar, Brais lamentó que un nuevo error en la fase de construcción privase al equipo de Coudet de una victoria que se le resiste desde el 30 de diciembre, ante el Huesca.

“Otro error en la salida del balón que nos cuesta un gol y los tres puntos. Creo que tenemos que trabajar eso, no podemos seguir cometiendo errores porque cada error es un gol”, manifestó Brais Méndez al concluir el partido ante los micrófonos de Movistar.

La reincidencia en los fallos en el inicio de las jugadas ha castigado con contundencia a los célticos en lo que va de enero. “Ya llevamos varios consecutivos. Creo que tenemos que corregirlos a toda costa porque es lo que nos está penalizando. Estamos haciendo buenos partidos pero, al final, por errores nuestros se nos están yendo. Tenemos que corregirlos y cambiar eso”, insistió el futbolista de 24 años que abrió el marcador a los nueve minutos de partido al aparecer en el área del Eibar y aprovechar un rechace para superar con un toque exquisito y con mucha templanza y frialdad a Dmitrovic.

Como ante el Alavés, que Coudet lo situó en la posición de delantero centro y anotó los dos goles de la victoria céltica, Brais Méndez rozó ayer un nuevo doblete en la Liga, pero el portero serbio del Eibar sacó un guante inverosímil para ganar el mano a mano ante un futbolista que ya suma cuatro goles y que se sitúa como segundo rematador más eficaz del Celta, tras Aspas (9), igualado con Nolito y con uno más que Mina.

El jugador de Mos aplaudía tras el encuentro la buena intervención de Dmitrovic, quien en la jornada anterior se estrenó como goleador al transformar un penalti ante Oblak, del Atlético de Madrid. “Los porteros también juegan. Hoy ha hecho dos grandes paradas. Hay que felicitarlo y seguir trabajando para conseguir la victoria”, recalcó un Brais Méndez que se mostraba molesto por dejar escapar la ventaja en el marcador que supuso su tanto.

Desde que se estrenase como goleador en Primera División, ante el Athletic Club en San Mamés, el 31 de marzo de 2018, Brais Méndez vivió sus mejores momentos en el Celta durante el curso 2018-19, en los que obtuvo 6 goles en 31 actuaciones en la máxima categoría. Su habilidad con el balón y el acierto con las porterías rivales le llevó a debutar con la selección española ante Bosnia, y lo celebró por todo lo alto: marcando el gol del triunfo de la Roja.

El curso pasado, sin embargo, sufrió un freno en su progresión y acabó con un único gol en toda la temporada (en la Copa), a pesar de participar en 31 partidos de Liga. Este curso iba camino de repetir otro año gris, pero la llegada de Coudet cambió su rol en el equipo y lo celebró primero con un gol al Cádiz y después con un doblete al Alavés. Ayer hizo el cuarto del año y tiene a mano superar la media docena de su mejor temporada hasta el momento. Solo falta que Coudet apueste decididamente por darle más protagonismo como delantero, formando pareja con Aspas, como hizo Herrera con el moañés al situarlo al lado de Mario Bermejo.