Incluso los (aparentes) trámites tienen validez para Coudet. El Celta sumó un nuevo triunfo bajo el mando del técnico argentino al imponerse al Llanera en el estreno copero de la temporada por 0-5. Una actuación alejada de cualquier clase de conformismo pese a la evidente diferencia que existía entre ambos clubes. El Celta jugó con seriedad y firmeza e incluso en la última media hora dio entrada a Aspas y Tapia, los dos futbolistas más importantes ahora mismo del equipo, que también participaron de la goleada.

A veces estos partidos, en los que la diferencia de categoría de los equipos y el entusiasmo de los modestos, resultan un incomodo para el club grande. Podría haberle sucedido al Celta, pero en el Tartiere quedó patente que Coudet ha traído un aire nuevo al equipo.

Ni un instante de relajación se permitió el equipo. Automatismos que seguramente quiere implantar el argentino. Con una alineación en la que mezclaban titulares con canteranos (lo que tiene disponer de una plantilla corta), el Celta encerró de salida al Llanera en su área y comenzó a acometerlo hasta el aburrimiento.

Sin demasiadas ocasiones al principio, desatado en el último tramo. Tuvo que esperar para que llegase el primero que se encargó de certificarlo Lautaro (delantero que le ha entrado a Coudet por el ojo) tras un pase de Carreira, otro canterano y posiblemente el más destacado de los jugadores ayer.

El de Lautaro fue el comienzo de una noche plácida, algo que se vio en el segundo tiempo de forma descarada. Sin piernas para seguir corriendo y con el Celta manteniendo el hambre y la intensidad, el partido fue una permanente cuesta abajo hacia la portería defendida por Paulino. Los goles caían con facilidad.

Marcó Nolito tras un gran pase de Emre Mor y luego fue el turco el que hizo el tercero en una excepcional jugada individual. Coudet, que ya debía tenerlo planificado como parte del trabajo del día, dio entrada en la última media hora a Aspas y poco después a Tapia.

Con el moañés en el campo, los vigueses aún se sintieron más ansiosos por llegar al área rival. Nolito hizo el cuarto e incluso Hugo Mallo se sumó a la fiesta al aprovechar un pase maravilloso de Aspas. El Celta no aflojó ni un instante y confirmó que el equipo va adquiriendo unos automatismos que Coudet considera innegociables aunque delante tenga un equipo de Tercera División.