LaLiga está tan igualada que dos victorias seguidas sitúan a un equipo en otra dimensión. Con ese objetivo viaja el Celta a Bilbao para medirse a un Athletic Club que es noveno en la tabla. Suma 13 puntos, tres más que los célticos, que son decimoctavos. A los rojiblancos, un triunfo le igualaría con el quinto, el Sevilla. Es la ventaja de disputar el partido que abre la decimosegunda jornada: quien gane dará un salto espectacular en la tabla antes de irse a dormir.

Al duelo de esta noche en San Mamés (21 horas, Gol) acuden rojiblancos y celestes con la necesidad de confirmar su mejoría en el juego y en los resultados. Ambos se presentan con una baja por sanción: Íñigo Martínez y Okay Yokuslu. La del central vasco impide a Gaizka Garitano repetir la pareja de centrales titular. Menos preocupante, en principio, es la del centrocampista turco para Eduardo Coudet, que mantendrá el bloque que dejó buenas sensaciones ante el Sevilla (4-2) y que derrotó con claridad al Granada (3-1). De hecho, la única duda del técnico argentino es la de quién acompañará a Murillo en el eje de la zaga: Araújo, como ante los granadinos, o Aidoo, titular en el Sánchez Pizjuán.

Tras el relevo en el banquillo, el Celta ha comenzado a emitir señales de esperanza con un fútbol fluido, basado en una presión alta sobre el rival, con las líneas muy adelantadas y prietas y muchas piezas por delante del balón. Y ese plan de juego con mayor riesgo y más dinámismo y vértigo ha hecho resurgir a su estrella, Iago Aspas, al que Coudet ha rodeado de muchos y buenos peloteros como Brais Méndez, Denis Suárez, Nolito o un Mina con un infatigable juego de desgaste sobre la pareja de centrales. Por delante de la defensa, Renato Tapia se encarga de barrer cuanta pelota llega a sus dominios. Y siempre a muchos metros de la portería de Rubén Blanco, los cuatro zagueros también participan en la construcción del juego, con Hugo Mallo y Lucas Olaza recorriendo todo el lateral y participando en el juego de ataque.

Así se ha comportado un Celta que quiere dejar atrás mediocres etapas pasadas. Las novedades en la lista de convocados, además de la ausencia de Okay debido al partido de sanción con que fue castigado por su expulsión ante el Granada, son los regresos de los canteranos José Fontán y Gabri Veiga, que se unen a Sergio Carreira, Miguel Rodríguez, el portero Álvaro Fernández y el delantero Lautaro de León, que repite por segunda jornada consecutiva. Continúan de baja por lesión Sergio Álvarez, Kevin Vázquez, David Juncà y Emre Mor.

Por su parte, Garitano está obligado a modificar la línea defensiva por la sanción a Íñigo Martínez por acumulación de tarjetas amarillas. Unai Núñez es el principal candidato para sustituir al exrealista, que junto a Yeray forma la pareja más amonestada en lo que va de campeonato de las cinco principales ligas europeas. Un total de ocho cartulinas han visto entre los dos, que dirigen una defensa que solo ha encajado 10 goles en otros tantos partidos, pues el Athletic tiene pendiente de disputar la segunda jornada de LaLiga, ante el Barça.

Desde esa seguridad en la retaguardia ha ido creciendo un equipo que ha estado a punto de cambiar de entrenador. Garitano, sin embargo, parece haber encontrado las piezas que mejor encajan en su propuesta con un doble pivote en el centro del campo, con tres volantes y un único delantero. En esa posición destaca el joven Asier Villalibre, autor del gol del empate en Getafe, la semana pasada, y uno de los responsables de la goleada que se llevó el Betis de San Mamés (4-0). Otra de las sorpresas del Athletic es Unai Vencedor, de 20 años, que se ha ganado la titularidad junto a Vesga como mediocentro. Williams y Berenguer, por las bandas, con Muniain en la mediapunta, también son habituales en el once del equipo de Bilbao, donde el Celta no gana desde hace 14 años, tras un solitario gol de Baiano.