Aspas y Coudet resucitan al Celta

Buen fútbol y goles. Es lo más preciado para cualquier amante de la pelota, y hoy el Celta lo ha conseguido frente al Granada, aunque no de manera coetánea. Durante la primera media hora de juego, el conjunto celeste desplegó su mejor versión en mucho tiempo, un juguete de Navidad anticipado de Eduardo 'Chacho' Coudet que funcionó en todas sus facetas. Sin embargo, afín a la clásica falta de lógica de este deporte, en medio de la lucidez llegó el apagón con el primer tanto, de Luis Suárez. La garra argentina de los locales les llevó a empatar pocos segundos después con un gol de Nolito. Tras la reanudación, con un despliegue más mundano, la escuadra viguesa consiguió dos dianas más para la remontada, ambas con la firma asociada de un estratosférico Iago Aspas y con la rúbrica principal de Miguel Baeza y Fran Beltrán. Segunda victoria de la temporada e importante golpe de ánimo que deja atrás ocho jornadas sin sumar los tres puntos.

El efecto Coudet se comienza a palpar, si en su debut ante el Sevilla los célticos mostraron un aperitivo de lo que está llamado a ser este equipo, hoy se ha concretado en su estreno en Balaídos: presión alta, agresividad y, lo más importante, pegada. El Celta partía de inicio con un once calcado al del Sánchez Pizjuán, con la excepción de Néstor Araújo, que hoy suplía a Joseph Aidoo -recién recuperado de una lesión sufrida la pasada semana y que entró finalmente desde el banquillo -. Aspas y Nolito fueron los artífices de las primeras pinceladas de un resucitado grupo con jugadas trenzadas en plena armonía. Sin embargo, a eso no se sumaba la puntilla final: Santi Mina la tuvo al comienzo tras un pase filtrado del de Moaña, quien también la repartió para el gaditano minutos más tarde. Ambos marraron. El crecido Granada permanecía atado de pies, pero en una jugada aislada en el 25 rompió la magia: pase elevado de Luis Milla hacia su tocayo Suárez, que corrió la banda derecha hacia la portería de Rubén Blanco, superando la disputa lateral a Renato Tapia, para picarla y encetar el electrónico.

Los del Chacho, lejos de amilanarse, ahuyentaron los fantasmas del pasado para, segundos más tarde, igualar el marcador: Nolito conectaba con acierto dentro de la caseta chica nazarí un pase desde el flanco izquierdo de Lucas Olaza. A partir de ese momento, el Celta se olvidó del toque para asumir un rol más práctico. Justo antes del tiempo de refresco, Jorge Molina la saboreó para aupar a los suyos tras un disparo de Carlos Neva que atajó Rubén. Previamente, Brais Méndez, que hoy sí demostró su altura de miras, conectó un disparo cercano a la escuadra, que menospreció Rui Silva.

Durante el segundo asalto, los de Príncipe bajaron una marcha sin olvidar la meta rival. Lo intentaron Mina tras una asistencia de cabeza del capitán Hugo Mallo y Tapia con entrega de Araújo desde la banda derecha, pero el guion volvía a tener el mismo improductivo desenlace de siempre. Nolito rozó la gloria en el 70 tras una actuación individual estelar de Aspas, que se revolvió en el área para cederle el cuero milimetrado, aunque el de Sanlúcar de Barrameda desaprovechó la ocasión mandando el balón a un palmo de los tres palos.

Aspas sacó la varita mágica para, en el 81, darse la vuelta en el área rival, caracolear y asistir a Baeza

En un abrir y cerrar de ojos, el segundo y la sentencia. Aspas sacó la varita mágica para, en el 81, darse la vuelta en el área rival, caracolear y asistir a Baeza, quien, tras un primer intento al larguero, consiguió el merecido premio. Sin tiempo para celebrarlo, llegaba el tercero, también con el Príncipe das bateas como protagonista: corre la banda, se va de Rui Silva y pasea el balón por la línea de fondo para que en la madera larga Beltrán rematase la misión. 

Cuando ya estaba todo vendido, Okay Yokuslu fue expulsado tras tirarle de una oreja a Milla en medio de una tangana con ambiente de desesperación por parte de los granadinos.

El Celta se mantiene en descenso

Los celestes han conseguido hoy realizar tres goles, los mismos que habían alcanzado en toda la temporada como locales, todos ellos firmados por Aspas, hasta esta jornada dominical. Rompen así una racha de ocho partidos consecutivos sin conocer la victoria; la única que habían logrado fue ante al Valencia el pasado 19 de septiembre. Los de Coudet, a pesar de que se mantienen en descenso matemáticamente, mentalmente sí están más cerca del objetivo: ocupan la 18.ª plaza con 10 puntos, los mismos que el Eibar -con un partido menos- y el Valladolid.

El conjunto de Diego Martínez, inmerso de lleno -y con éxito- en la Europa League, sin embargo, prolonga su agorero periplo y ya son cuatro choques consecutivos sin llevarse el gato al agua: un punto de los últimos 12, si bien es cierto que hoy llegaba a Vigo con bajas sensibles y tras disputar el pasado jueves su exigente cita europea. Los nazarís marchan octavos con 14 puntos.

El próximo viernes a las 21.00 horas, el Celta visitará San Mamés para medirse a un siempre correoso Athletic de Bilbao, que hoy empató a uno ante el Getafe a domicilio.