Las lesiones han vuelto a golpear con dureza a David Juncà, que en los últimos meses suma casi más tiempo en el dique seco que sobre el césped y puede pasarse otra temporada prácticamente en blanco. Sin minutos aún, el lateral catalán recayó durante el entrenamiento vespertino de ayer en Mos de la lesión en el hombro que lo mantuvo alejado de los terrenos de juego durante 46 días el pasado curso.

El pronóstico de recuperación es una incógnita. El parte de enfermería difundido ayer tarde por el club se limita a señalar que el futbolista sufre una luxación en el hombro derecho, sin precisar si se le van a realizar en los próximos días pruebas médicas, ni anticipar una estimación de cuánto tiempo puede estar alejado de los terrenos de juego, pero el historial de lesiones de David Juncà en el Celta no es precisamente halagüeño.

En los dos años y medio que lleva en el Celta, el defensa de Girona ha sufrido siete lesiones de diferente calado que lo han mantenido 356 alejado de los terrenos de juego y le han impedido estar a disposición del entrenador en 50 partidos de Liga, sin contar con el de mañana ante el Granada. Con semejantes antecedentes, no es extraño que solo haya jugado tres partidos en las dos últimas temporadas.