Podría dar la impresión, a tenor del marcador final, que el partido de ayer del Celta Zorka Recalvi ante el Barakaldo había sido un paseo militar, pero nada de eso. Fue un partido áspero, con un cuadro vasco muy centrado en los primeros minutos, que obligó a las viguesas a dar todo lo mejor de ellas.

Los primeros diez minutos de juego fue un quiero y no puedo del equipo vigués. Defensivamente el equipo estuvo a un alto nivel, consiguiendo frenar el juego interior del conjunto vasco al cerrar la defensa y no dejar tanto espacio. Sin embargo el problema céltico venía del lado ofensivo, ya que el intercambios de defensas del Barakaldo, conseguía descentrar a las viguesas, que fallaban lanzamiento muy fáciles.

Casi siempre fue por delante en el marcador el cuadro vasco, aunque nunca con grandes diferencias en el marcador. Los errores en los lanzamientos fueron constantes, de ahí que al final de los primeros diez minutos de juego, el marcador arrojara un parcial más propio de un partido de categorías inferiores.

Se entonó el equipo entrenado por Cristina Cantero al comienzo del segundo periodo. Celia García había conseguido ajustar su punto de mira, y comenzaba su exhibición, pues acabó el partido con una valoración final de 33 puntos, convirtiéndose en la MVP del encuentro.

Al ajustar la defensa, comenzaron los problemas para el Barakaldo, que no era capaz de anotar debajo del aro, por lo que apostó por el tiro exterior para mantenerse en el partido, ya que el Celta Zorka Recalvi le había dado la vuelta al marcador y ya estaba por delante.

Las viguesas había dado con la clave del partido, que pasaba por la anticipación en las labores defensivas para recuperar balones y salir con velocidad a la contra. Todo ello apoyado por un control del rebote que resultó fundamental para inclinar la balanza del lado celeste.

Al final de los primeros diez minutos de juego, cinco puntos de ventaja para el Celta Zorka Recalvi, 32-27, que parecía tener el juego controlado y había logrado entender la forma de doblegar al conjunto vasco.

Con el tiempo cumplido, y con las jugadoras de ambos equipos camino de los vestuarios, Maja Stamenkovic se quedó en la línea de tiros libres, tratando de descubrir el motivo por el que había fallados tiros tan limpios en los dos primeros cuartos.

Tras el paso por el vestuario, la situación cambió de forma radical. Mariona y Maja, con cinco puntos en los dos primeros minutos, obligaron al técnico vasco a colocar a su equipo de nuevo en zona. Esperaba ofuscas a las viguesas con ese nuevo cambio, pero lo que se encontró fue con una nueva canasta de dos de Maja, y un nuevo triples de Celia, que dejaba el marcador en un 42-29, teniendo que solicitar un tiempo muerta para, cuanto menos, frenar el caudal ofensivo que estaba desarrollando el equipo vigués. De poco le valió el minuto, ya que el Celta había encontrado la forma de sentenciar el partido, y la diferencia en el marcador cada vez era más grande. Solo los lanzamientos de tres puntos, le permitieron al Barakaldo finalizar el cuarto con dieciocho puntos de desventaja.

Los últimos diez minutos de juego no tuvieron demasiada historia, con un equipo céltico en donde dispusieron de minutos todas las jugadoras.

Lo que es un hecho es que el Celta Zorka Recalvi está creciendo jornada a jornada. Posiblemente, la victoria del martes pasado ante Ibaizabal fue algo más que un triunfo, ya que le ha valido a las jugadoras para creer en su juego. Ayer, cuando las cosas no salían en el primer cuarto, con constantes fallos en los tiros, en posiciones cómodas, podrían haber aparecido los fantasmas, pero las jugadoras supieron levantarse y darle la vuelta al encuentro.

De los equipos que van a pelear por meterse en la fase, al Celta Zorka Recalvi solamente le queda por jugar ante Osés y Baxi Ferrol. Ambos partidos se jugarán antes del parón de Navidad, y las viguesas podrían llegar a estos partidos en el mejor momento.