Rubén Blanco ofreció ayer sus primeras impresiones sobre la metodología de Eduardo Coudet, que al guardameta celeste le recuerda a la de Eduardo Berizzo por la intensidad que el nuevo técnico imprime a los entrenamientos y el carácter que quiere imponer al equipo. “A todos nos viene el recuerdo de la etapa de Berizzo. Quizás se asemeja un poco a lo que nos pedía él, pero no tenemos por qué ni me gusta comparar. Cada entrenador es cada entrenador igual que cada jugador es cada jugador”, dijo ayer el portero de Mos en rueda de prensa telemática.

Blanco no quiso, sin embargo comparar la forma de trabajar el nuevo entrenador con la de su predecesor en el cargo, Óscar García. “No me gustan las comparaciones. Sería faltarle al respeto al nuevo cuerpo técnico y al anterior. Desde mi punto de vista, tenemos que centrarnos en el presente y mirar al futuro que queremos construir”, indicó el mosense. “Desde el primer día que ha llegado, hemos trabajado muy bien. Cuando lleguen los compañeros que faltan, trabajaremos pensando en el partido del fin de semana”, agregó.

Rubén Blanco explicó que Eduardo Coudet ha sido claro desde el primer momento con lo que quiere de sus futbolistas. “Llevamos pocos días entrenando con el míster, pero desde el primer día nos ha pedido intensidad y que seamos valientes, que tengamos una idea clara. Sobre todo me quedo con que nos ha pedido que seamos muy intensos”, observó.

El cancerbero céltico reconoció, por otra parte, que está trabajando para mejorar sus prestaciones en los lanzamientos de penalti, una de sus asignaturas pendientes. “Obviamente, es algo que me fastidia [no haber detenido todavía ninguna pena máxima] porque son momentos en los que el portero puede ayudar al equipo. Intento trabajarlo, aunque es realmente difícil. Pero haré todo lo que este en mi mano para ayudar al equipo en este tipo de momentos”, aseguró.

Acerca de su reciente lesión, el técnico agradeció el gran trabajo de los servicios médicos, los recuperadores y los fisioterapeutas del club y, pese a la frustración que suponen siempre este tipo de contratiempos, subrayó su aspecto positivo. “Son momentos que no se quieren vivir, pero que también sirven para aprender”, declaró.