– Imagino que disfruta de este momento de la Real como propio, como realista y como muñidor de este proyecto durante una década.
– Independientemente de que esté dentro como profesional o no, soy de la Real de toda la vida. Ahora toca disfrutarlo desde fuera y lo vivo con un orgullo humilde. Todos los que hemos estado trabajando en la Real durante estos últimos diez años, desde momentos muy malos en Segunda, nos sentimos partícipes de lo que se está viendo. Es la consolidación en cuanto a clasificación. En otros aspectos la Real ya estaba consiguiendo cosas. El equipo ha aprovechado la situación de los clubes más fuertes, que no están muy allá en lo deportivo.
– Usted ascendió a director deportivo el año del ascenso. Empezaba Griezmann.
– Cuando llegó Jokin Aperribay, los técnicos en los que depositó su confianza enseguida tuvimos clara la identidad que necesitaba el equipo para salir de esa situación, basándose en la gente de casa. Y entre ellos, un chavalín que era Griezmann, todavía juvenil.
– ¿Cómo sintetizaría el modelo de la Real Sociedad?
– Nosotros estábamos por tercera temporada en Segunda y en concurso de acreedores. Nuestro análisis se centró en que teníamos el mayor número de jugadores de fuera, no formados en Zubieta, en toda la historia de la Real Sociedad. Aquello era insostenible económicamente y deportivamente no nos estaba aportando nada, incluso al contrario. Teníamos que retomar como pilar básico la filosofía de la Real: formar el máximo número posible de jugadores en nuestra cantera. A eso, unirles gente de fuera, siempre importantes, pero el núcleo fuerte debía ser de Zubieta. Esa ha sido nuestra línea maestra, acompañándola de estructura y organización, con técnicos con el mismo compromiso y la misma idea. Para nosotros, cualquier chaval que entrase en Zubieta con 12 años podía ser potencialmente jugador del primer equipo y debíamos destinarle todas nuestras energías.
– Aunque usted abandona la entidad en 2018, la filosofía se mantiene inalterada.
– No ha cambiado la directiva. Es cierto que en ese proceso nos hemos tenido que ir adaptando a los nuevos tiempos. Los equipos son cada vez más competitivos. Hay más dinero para los clubes humildes y aumenta la capacidad de apostar por jugadores más expertos. Si nosotros queríamos jugar con jóvenes de nuestra cantera, debíamos proporcionarles un nivel formativo muy alto. Teníamos que dar un salto cualitativo en cuanto a fútbol, generando un estilo de juego que reforzase el talento que íbamos a producir en Zubieta, con un jugador de cualidades técnicas que nos pudiese diferenciar.
– En una década son inevitables los altibajos. La llegada de Eusebio, después de la etapa de Moyes, fue crucial.
– Eusebio es fundamental. Es el último entrenador con el que estuve en la Real y con él fue llegar a lo máximo en cuanto a estilo de juego y aprovechamiento de los jugadores de calidad. Su apuesta por la gente de casa fue importantísima. Su estilo de juego, maravilloso, con iniciativa, apretando arriba. Cuando salió Moyes y pude ir a por Eusebio, que salía del Barça B, no me lo pensé. Sabía que él podía culminar esos diez años de trabajo. Tuvimos dos años brillantísimos. Nos clasificamos para Europa League con 64 puntos. Subió a cuatro jugadores del Sanse. Eusebio fue el culmen de todo. Y coincidió con Imanol, que estaba en el filial. Labaka, el segundo entrenador ahora de Imanol, lo fue también de Eusebio. Hubo una retroalimentación, una traslación de todo.
– Porque también Imanol es una de sus inversiones humanas.
– Son activos que se van generando. A las personas identificadas con los clubes, como es mi caso con la Real, no solo nos gusta generar futbolistas, sino también técnicos. Igual que Jagoba Arrasate, al que ascendimos desde el juvenil. Son cosas que me ilusionan muchísimo. También es importante generar tus propios técnicos. Es importante para que los clubes tengan continuidad en momentos en los que los resultados no fluyan tanto. Si das esa continuidad, los daños no serán tan graves. En este modelo hay cambios generacionales que te pueden pesar. Si tienes una buena estructura, con técnicos y directivos en la misma dirección, pasas menos problemas que si vas dando bandazos.
– ¿Encuentra similitudes en los modelos de Real y Celta?
– Sin conocer en profundidad el Celta, sí lo identifico con la Real Sociedad: dos equipos asentados en una zona muy vinculada, con un estilo de juego de querer ser protagonistas, como con Berizzo. Y el Celta tiene una capacidad importante de captación de jóvenes en Galicia. Lo que estoy viendo en el Celta en los últimos años es quizá un excesivo cambio de jugadores, sin terminar de consolidar nada. Tengo la sensación de que en los últimos años el Celta tiene más jugadores que equipo, más nivel individual que su transferencia al colectivo.
– ¿La inestabilidad en el Celta es causa o consecuencia?
– Habría que saber para valorar. Respeto mucho lo que hace el Celta, a sus profesionales. Desde fuera, da la sensación de que están buscando consolidar algo pero con diferentes entrenadores, diferentes maneras de entender, jugadores con un caché importante que dejan de ser importantes... A los clubes les alteran mucho esos cambios. Desde fuera se ven jugadores de alta calidad, pero no se consigue hacer un equipo, tal vez por falta de tiempo.
– ¿El entorno de la Real, en los malos momentos, con Moyes por ejemplo, nunca perdió la confianza en el modelo?
– Al contrario. Fue Moyes el que intentó cambiar ese modelo que nos había llevado a una buena situación. Porque ya habíamos jugado Champions con Montanier o Europa League con Jagoba. De ahí la vuelta a Eusebio. Tuve claro que era Moyes el que no encajaba, el disonante, y retomamos en el primer equipo esa línea, que jamás se había roto en el filial y Zubieta.
– Celta y Real han ido muchas veces a por los mismos jugadores, como Portu o Carlos Fernández, recientemente. ¿Le sucedió a usted? ¿Y es cierto que la fiscalidad ayuda tanto a los clubes vascos?
– Posiblemente en alguno chocaríamos... Nosotros también pasamos por dificultades. Cuando salimos del proceso concursal no teníamos una gran capacidad para fichar. Quizá por eso Celta y nosotros hemos estado en la misma dinámica. También a mí se me han escapado jugadores. Otro club al que podemos emparejar en esa pelea es el Villarreal. Todos pescábamos en el mismo mar. Pero es importante recordar que al jugador, aunque se le convenza con dinero, también se le convence con proyecto, qué se le traslada, lo sucedido en los últimos años, la estabilidad, la continuidad de los fichajes… Jugadores y representantes valoran esos detalles.
