El Celta afronta este domingo un reto mayúsculo en un momento de máxima dificultad. El equipo de Óscar García recibe a la mejor Real Sociedad de las dos últimas décadas con la necesidad de revertir la mala racha de resultados que le acompaña desde la segunda jornada de Liga, cuando derrotó al Valencia en Balaídos (2-1) con doblete de Iago Aspas. Desde entonces,el cuadro celeste ha encadenado una racha de tres derrotas (Barcelona, Osasuna y Atlético) y un empate ante el Levante, que lo ha situado al borde de los puestos de descenso por tercera temporada consecutiva.

La visita del conjunto que dirige Imanol Alguacil asusta. El equipo guipuzcoano ha arrancado el campeonato con inusitada pujanza y cumple su segunda semana al frente de la tabla liderando casi todas las facetas del juego. El contraste de los números del conjunto txuri-urdin con los que presenta el equipo celeste es brutal. La Real no es solo el equipo más goleador de LaLiga, con 14 tantos en siete partidos, sino que es también el segundo que menos goles ha encajado (3) tras el Atlético de Madrid (1).

El equipo vigués se sitúa en el polo opuesto. Elude apenas el descenso por mejor diferencial goleador que el Huesca –gracias precisamente a la goleada que el conjunto oscense sufrió la pasada jornada a manos de la Real– y reedita los problemas de falta de gol e inseguridad defensiva que estuvieron a punto de llevarle a Segunda División en las dos últimas campañas. Con un problema añadido: la dependencia de Iago Aspas ha crecido, si cabe, esta temporada.

Los celestes son el equipo con menos pegada de LaLiga (4 goles en 7 partidos) y uno de los que más encaja (10 goles), los mismos que lleva el Huesca y solo uno menos que el Betis, el Valencia, el Levante y el Valladolid, que son los peores en este apartado.

Mientras la Real Sociedad brilla gracias al rendimiento colectivo, el Celta sigue aferrado al talento de su estrella. A diferencia del equipo de Óscar (que no ha sido capaz de rentabilizar las buenas sensaciones que ha tenido en algunos partidos), el conjunto de Alguacil ha traducido en puntos el excelente juego que ha practicado hasta el momento.

En el equipo donostiarra el protagonismo está repartido. Mikel Oyarzabal y Portu comparten, con cuatro dianas, el liderazgo del gol txuri-urdin. El resto del pastel goleador se lo reparten el belga Adnan Janujaz y el canterano Roberto López Alcaide, con dos tantos cada uno, y Mikel Merino, con uno.

En el Celta prácticamente toda la responsabilidad del gol recae en Iago Aspas, que suma tres de las cuatro dianas anotadas por el equipo y era hasta el pasado lunes, cuando Sergio Carreira hizo el del empate contra el Levante, el único jugador celeste que había tenido relación con el gol.

Eficacia en el disparo

Pero, más que una cuestión de reparto, la diferencia de pegada entre la Real Sociedad y el Celta es un asunto de eficacia. Así, mientras el equipo de Óscar necesita disparar casi 15 veces (14,5) contra el marco contrario para anotar un gol, a los de Imanol Alguacil le bastan poco más de cuatro lanzamientos (4,4 en concreto) para perforar la portería rival.

Tampoco defender con más gente le ha servido al Celta para mejorar sus prestaciones en su propia área. Los de Óscar García reciben esta temporada un promedio de 1,4 goles por encuentro, mientras que la media de goles recibida por el líder de LaLiga es de 0,4 por choque. Solo el Valencia, el Valladolid y el Huesca han conseguido perforar esta temporada el marco defendido por Remiro, quien con tan solo tres goles en contra marcha segundo en el Trofeo Zamora por detrás del colchonero Jan Oblak.

Si el Celta presume de cantera, no lo hace menos la Real Sociedad, el segundo equipo de LaLiga con más gente de la casa tras el Athletic Club y que esta temporada también ha dado la alternativa a savia nueva con muy interesante rendimiento, como demuestra el hecho de que la mitad de sus 14 goles provienen de futbolistas formados en Zubieta: Oyarzabal (4 goles), López Alcaide (2) y Merino (1).

En el Celta los goles de la cantera equivalen al ciento por ciento del total, ya que de momentos tan solo Iago Aspas, en tres ocasiones, y el debutante Sergio Carreira han conseguido ver puerta en lo que va de temporada.

Iago Aspas ha convertido al equipo donostiarra en una de sus víctimas favoritas

Iago Aspas vuelve a ser la mejor baza con la que cuenta Óscar García para superar a la Real Sociedad en Balaídos. Y no solo porque el moañés es el máximo goleador y prácticamente el único futbolista del plantel que ha conseguido ver puerta esta temporada, sino porque la estrella celeste se ha especializado en estos últimos años en amargar la fiesta al cuadro txuri-urdin, hasta el punto de convertirlo en su víctima favorita. Nada menos que nueve goles, más que a ningún otro equipo de LaLiga, le ha marcado el moañés a la Real Sociedad en 13 encuentros en la máxima categoría. El último se lo hizo hace solo unos meses en el Reale Arena y sirvió al Celta para conseguir tres puntos que a la postre serían decisivos para conservar de la categoría, no en vano fue la última victoria conseguida la pasada temporada.El moañés anotó, de penalti, el gol del triunfo tras forzar él mismo la pena máxima. El delantero moañés contribuyó con un doblete al triunfo celeste logrado en Balaídos en la campaña anterior (3-1); participó en los empates obtenidos en las temporadas 2018-19 (1-1) y 2016-17; y fue decisivo en las dos victorias conseguidas en las campaña 2015-16 con un doblete en terreno donostiarra (3-2) y anotando el único gol que decidió el encuentro disputado en Balaídos (1-0).

Óscar García ha ganado a Imanol en su único enfrentamiento

Aunque Imanol Alguacil ha sido uno de los entrenadores que mejores réditos ha proporcionado a la Real Sociedad en los últimos años, al preparador celeste, Óscar García, no se le ha dado mal cuanto ha tenido que enfrentarse con el Celta al técnico guipuzcoano. La estadística se reduce de momento a un único enfrentamiento, el partido disputado el pasado curso, que el Celta solventó gracias a un penalti forzado y luego transformado por Iago Aspas, pero también gracias a un gran rendimiento defensivo y la excelente actuación de Rubén Blanco, que realizó varias paradas salvadoras. 

El liderazgo defensivo de Jeison Murillo resultó también decisivo para que el Celta pudiese mantener su portería a cero y acabase llevándose el partido prácticamente en una única jugada ganadora. Pese al potencial ofensivo de la Real Sociedad, Óscar Garcia formo en aquel encuentro con defensa de cuatro hombres que integraban Kevin Vázquez, el propio Murillo, Aidoo y Lucas Olaza.