La mutabilidad, tanto en lo que se refiere a piezas como a esquema, identifica al Celta de Óscar García. En los 32 partidos que el preparador catalán lleva al frente del equipo tan solo ha repetido once en una ocasión (en las jornadas segunda y tercera de esta temporada), aunque seguramente su rasgo más característico ha sido la alternancia de esquema entre la defensa de cuatro y cinco hombres, que el técnico ha ido variando en función del rival y el escenario de turno o la disponibilidad de efectivos.
El cambio de dibujo y el constante movimiento de jugadores ha estado, sin embargo, lejos de dar los réditos apetecidos. Con independencia de los méritos contraídos o las sensaciones que el equipo haya transmitido sobre el terreno de juego, lo cierto es que las victorias de Óscar (6 de 32) casi pueden contarse con los dedos de una mano y siempre han caído del lado celeste cuando el equipo ha jugado con defensa de cuatro.
Así ha ocurrido en los triunfos obtenidos el pasado curso frente al Villarreal (2-3), el Sevilla (2-1), el Leganés (1-0), el Alavés (6-0) y la Real Sociedad (0-1) y el logrado esta temporada en la segunda jornada contra en casa el Valencia (2-1).
Por el contrario, el equipo celeste no ha ganado ninguno de los nueve partidos que Óscar García Junyent ha iniciado con tres defensas centrales y dos carrileros. El balance con esta disposición defensiva es hasta el momento de es de seis derrotas y tres empates, los tres la pasada temporada.
Como normal general, el entrenador del Celta ha jugado con defensa de cinco en los partidos contra los tres grandes del campeonato (Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid) y en algunos encuentros que el técnico consideraba especialmente delicados, como los disputados el pasado curso con muy diferentes sensaciones y rendimiento en el Ciutat de Valencia (3-1), Mestalla (1-0) o El Sadar (2-1).
El mejor desempeño sin embargo lo consiguió el Celta en los duelos disputados la pasada campaña a domicilio en Mestalla (0-1)y el Santiago Bernabéu (2-2) y en el encuentro jugado en Balaídos contra el Barcelona (2-2) en el que Nolito indultó al conjunto azulgrana en la último segundo del partido.
Esta temporada Óscar García ha recurrido de nuevo a la defensa de cinco para enfrentarse al Barcelona y al Atlético de Madrid. En ambos encuentros el Celta ha logrado plantar cara a sus rivales, pero la falta de gol ha acabado convirtiéndose en un lastre insuperable y ha perdido ambos partidos por un marcador excesivo, aunque contundente, como demuestra el hecho de que en estos dos encuentros ha encajado más de la mitad de goles (5 de 9) que ha recibido en lo que va de campeonato.
Acaso por la mayor entidad de los adversarios a los que se ha enfrentado, el Celta no ha defendido mejor jugando con cinco defensas que con cuatro. De hecho, nunca ha conseguido dejar su portería a cero con tres centrales sobre el campo y en cambio no ha recibido goles en ocho de los partidos que ha disputado con cuatro zagueros.
Promedios
El promedio de goles encajados con defensa de cinco fue la pasada temporada de 2,1 tantos por encuentros, mientras que con línea de cuatro los celestes recibieron 1,2 goles por choque. Este promedio ha subido esta temporada a 2,5 goles con tres centrales y dos carrileros en el campo y ha descendido a un solo tanto por partido con defensa de cuatro hombres.
La mayor goleada con Óscar la encajó no obstante el Celta jugando con defensa de cuatro el pasado curso en Son Moix (5-1), pero también consiguió su mejor resultado a favor, con los 6 tantos que le endosó al Alavés en Balaídos sin recibir ninguno.
