La falta de gol se ha vuelto un problema crónico en el Celta, que contabiliza tres jornadas consecutivas en blanco y depende por completo de la inspiración de Iago Aspas para anotar. Ya no es tanto que al equipo de Óscar García le cueste llegar al área rival o sufra para generar ocasiones, sino que ningún otro futbolista del plantel ha sido capaz de tirar del carro del gol en las últimas tres temporadas y no da la sensación que el goleador moañés pueda encontrar en Mina, Nolito o Emre Mor el socio que necesita para sacar al equipo del atolladero. Tan poco están aportando este curso el resto y tal es la falta de recursos ofensivos que el entrenador ha tenido que tirar de debutantes como Miguel Baeza o el juvenil Miguel Rodríguez en un vano (y en apariencia desesperado) intento de perforar el marco contrario.

El pasado sábado, frente al Atlético de Madrid, el Celta disparó 15 veces contra la portería de Jan Oblak. Solo uno de ellos (y no en las mejor situación) partió de las botas de Aspas.

La cuenta de estadística del Celta @Afouteza e Corazón ofrecía tras el encuentro frente a los colchoneros un dato esclarecedor. El conjunto vigués promedia esta temporada 11,3 lanzamientos a puerta por encuentro, más de lo que lo hacen equipos de naturaleza abiertamente ofensiva como el Barcelona (10,8) o el Villarreal (10), pero necesita el doble de disparos (22,6) para marcar un gol. Pocos equipos presentan en esta Liga semejante carencia de efectividad.

Y la dependencia de Iago Aspas parece agigantarse en cada partido. Desde la pretemporada no hay gol que no haya pasado por sus botas. Ha marcado los tres que el Celta lleva en LaLiga, y dos más en los duelos preparatorios. Los otros dos los hizo en pretemporada Emre Mor, a pase del moañés.

La mala fortuna también ha influido en la falta de gol mostrada por el conjunto vigués. Los celestes ha estrellado cuatro balones en la madera y son el segundo equipo que más veces ha rematado contra el poste tras el Real Madrid, que lleva cinco. Pero en términos globales el Celta figura por méritos propios entre los equipos menos eficientes de LaLiga ante el marco contrario.

Tan solo el Deportivo Alavés y el recién ascendido Elche le igualan en este apartado. El cuadro vasco suma tres goles, que se reparten Joselu, Edgar y Rodrigo Ely; el conjunto ilicitano contabiliza también tres dianas (aunque con un partido menos que celestes y vitorianos), con el ex céltico Lucas Boyé, Pere Milla y Tete como anotadores.

Tampoco en el diferencial de goles (la diferencia entre tantos anotados y tantos recibidos) sale bien parado el equipo de Óscar García en este arranque liguero. Muy al contrario el Celta es el equipo de la Liga con peor diferencial goleador (-6) pues ha recibido nueve tantos y apenas ha sido capaz de marcar tres.

Le siguen en este negativo escalafón los tres equipos que al término de la sexta jornada de Liga ocupan los puestos de descenso: el Levante y el Alavés, ambos con -5, y el Real Valladolid con -4.

Con semejantes registros no es extraño que cuando apenas han transcurrido un par de meses de competición el Celta sienta ya el aliento del descenso en la nuca. Un solo punto separa ya al cuadro celeste de la zona roja.