Jornada agridulce la de ayer para Hugo Mallo, que no pudo celebrar en El Sadar el haberse convertido en el jugador que más veces ha defendido la zamarra el Celta en Primera División. El capitán celeste lleva tiempo batiendo récords de longevidad (es ya el tercer futbolistas con más partidos a sus espaldas tras Atilano Vecino y Manolo, el Gran Capitán), pero este registro tiene un sabor especial porque, de algún modo, simboliza las nueve temporadas consecutivas que el equipo vigués lleva en la máxima categoría.

Algo de simbólico tiene también el hecho de que un futbolista formado en A Madroa dé caza en la que se considera una de las mejores ligas del mundo a uno de los futbolistas más talentosos que han pasado por el conjunto celeste.

Era no obstante cuestión de tiempo que Mallo diera caza al Zar. El marinense ha sido el dueño del lateral derecho del Celta desde hace más de una década, prácticamente desde que Eusebio Sacristán lo hizo debutar con el primer equipo con apenas 18 años sin cumplir el trámite (obligado hasta aquel entones) de pasar por el conjunto filial.

Desde la temporada 2009-10, hace ya once años, Mallo representa como pocos futbolistas (en este aspecto solo le supera probablemente Iago Aspas) la pujanza de la cantera de A Madroa en la primera plantilla celeste.

Uno a uno, el capitán celeste ha ido derribando mitos. Sucesivamente han ido pulverizando registros de longevidad de leyendas como Gustavo López, Pepe Villar, Juan Fernández, el propio Manolo y, finalmente el gran Alexander Mostovoi. Tras superar al mago ruso, al capitán del Celta le quedan aún pendientes los registros globales de Atilano (392 partidos), del que solo le apartan 23 encuentros, y Manolo, que contabiliza 533.Está aún lejos de ello, pero con 29 años, tiene tiempo por delante para convertirse en el futbolistas de la historia que más veces ha vestido de celeste.