Esforzado y solvente punto del Celta en un incómodo partido en Pucela, parco en ocasiones y de claro predominio de las defensas sobre las acciones de ataque. y que al grupo de Óscar García, de nuevo sólido frente a su propio marco, se le escapó en dos acciones cruciales: un dudoso penalti en contra y un mano a mano de Denis Suárez ante el portero que el salcedense envió de forma incomprensible al segundo anfiteatro del Nuevo José Zorrilla.

Sigue sin poder hincarle el diente el cuadro celeste al rocoso conjunto de Sergio González (cuatro empates y una derrota en cinco partidos), pero al menos logró el Celta igualar en intensidad a un adversario determinado y sumamente pegajoso, que le cortó las alas durante muchos minutos. Tuvo que recurrir el equipo celeste a toda la magia de Iago Aspas, autor de otro gol inasequible al común de los mortales, para romper la igualdad inicial, pero el talento moañés no encontró ayer la complicidad de sus socios de ataque para romper el sólido entramado que el Valladolid dispuso entorno a Roberto Jiménez.

El Celta, pese a todo, concedió poco, no tuvo despistes graves y exhibió sobre el terreno una estabilidad y un sentido práctico que no tuvo el pasado curso más que en un puñado de partidos. Sin alharacas, pero con buen pulso, el cuadro celeste se mantiene invicto en el campeonato con 5 puntos de 9 posibles en el saco.

primer once repetido

No es Óscar García un técnico proclive a mantener un once tipo que pueda recitarse de carrerilla. El entrenador celeste tiene más bien querencia a los cambios, como demuestra que después de 29 partidos al frente del banquillo de Balaídos no haya repetido el equipo inicial más que una vez, precisamente ayer. Y lo cierto es que entre el equipo que saltó al césped de Ipurua y el que se enfrentó al Valencia en Balaídos apenas movió el sabadellense un par de posiciones.

Con tanta temporada por delante es pronto para sacar conclusiones, pero lo ocurrido en estos tres primeros partidos parece anunciar una tendencia hacia la estabilidad en el once desconocida el pasado ejercicio, con posiciones aparentemente adjudicadas en casi todas las líneas. En defensa, Aidoo y Murillo se consolidan como pareja de centrales y Mallo parece haber recuperado el terreno perdido la pasada campaña frente a Kevin; en medio, la presencia de Tapia sujeta al equipo desde atrás, bien acompañado por Beltrán, bien por Okay; y Denis ha ganado presencia por detrás del trío atacante que conforman (parece que todavía por algún tiempo) Emre Mor; Aspas y Nolito.

villar cumple con nota

Decididamente, el portero cangués se ha ganado un voto de confianza. Tres partidos le han bastado para despejar las razonables dudas que había sobre la portería debido a su inexperiencia. Pese a que nada pudo hacer para detener el penalti ejecutado con precisión por Sergi Guardiola, Villar completó en Pucela una notable actuación, combinando buenas paradas (la mejor al inicio del primer tiempo cerrando el espacio a Guardiola para impedir que el Valladolid se adelantase en el marcador) con una correcta colocación, determinación en las salidas para conjurar el peligro y solvencia en el juego por alto. Una de las mejores noticias del partido, el buen desempeño del chico, que ha acabado dando la razón al club en su decisión de no priorizar (y finalmente descartar) la contratación de un guardameta que, a la larga, seguramente habría traído más complicaciones que beneficios.

claroscuro de denis

Denis Suárez todavía debe estar acordándose del mano a mano tan favorable ante Roberto Jiménez que el salcedense dilapidó alegremente a punto de cumplirse el primer cuarto de hora de partido. Resulta difícil comprender cómo envió tan por encima del travesaño una pelota franca, que atacó en el punto de penalti con todo el tiempo del mundo y toda la portería para engañar al portero. Denis pudo al menos compensar este error sirviendo a Aspas un magnífico pase en profundidad que el mago moañés convirtió en gol con puro arte.

un precioso gol histórico

A Iago Aspas le ha dado esta temporada por madrugar. El moañés suma ya tres goles en tres partidos, dos jornadas consecutivas anotando, pero sobre sorprende con goles de una belleza y perfección de ejecución al alcance de muy pocos delanteros. Cada vez que frota la lámpara, algo mágico sucede. Pero el de ayer en Pucela no solo fue un gol de hermosa factura -aguantando la tarascada de Bruno, para batir luego al portero con un remate inverosímil, con la derecha (su pierna menos buena) sin ángulo, casi sobre la línea de fondo,- sino que permite al genio moañés igualar el registro del gran Hermidita como máximo goleador de la historia del Celta.

un penalti dudoso

Un dudoso penalti de Hugo Mallo a Kike Pérez que Sánchez Martínez no dudó un segundo en señalar privó al Celta del triunfo y dio alas en la recta final del partido al Valladolid, cuyo técnico sacó mayor aprovechamiento a los cambios que Óscar. La entrada de Baeza y Brais por Emre y Denis no mejoró el ataque céltico y tampoco Mina, al que el técnico dio poco más de 20 minutos, contribuyó a enriquecer las prestaciones ofensivas de los celestes, frente a un Valladolid que encontró más vuelo, aunque sin llegar a inquietar verdaderamente a Villar, con el ingreso en el campo de Hervías, Marco André y Óscar Plano.