El Celta ha pinchado en hueso cada vez que se ha enfrentado en estos últimos años al Valladolid de Sergio González. Tras firmar sendos empates sin goles con Óscar García el pasado curso y un empate y una derrota hace dos temporadas con Antonio Mohamed y Miguel Cardoso, respectivamente, el conjunto celeste aspira mañana a romper esta racha y conectar dos victorias consecutivas por primera vez en esta Liga. La tarea se antoja complicada, pues el Valladolid se ha mostrado de la mano del técnico catalán como una de las escuadras más rocosas y fiables del campeonato, un equipo, en palabras de técnicos y analistas consultados por este diario, "de autor, sobrio, solidario y muy bien trabajado, que sabe muy bien a qué juega, conoce sus limitaciones y saca el máximo partido a sus virtudes para penalizar los errores del contrario".

"El Valladolid es un equipo que trabaja muy bien, que junta muy bien las líneas, muy solidario en tareas defensivas, correcto a la hora de defender la estrategia y, después, de medio campo en adelante tiene jugadores muy verticales", explica Gustavo López, exinternacional argentino del Celta y comentarista en Movistar y la Cadena Ser. "Esta temporada, con algunos cambios individuales, sigue siendo el mismo bloque tan compacto y tan serio. Es un equipo muy bien trabajado en todas sus líneas, cada jugador sabe qué tiene que hacer en cada momento y prepara muy bien los partidos. Es un equipo complejo que encima no tiene la necesidad de proponer. Deja al rival que proponga y te penaliza cualquier error", precisa. Con estas premisas, López considera que el Celta necesita minimizar sus errores y acertar con el remate para sumar de tres en Pucela. "El Celta tiene que proponer y no cometer errores porque cualquier error que cometa le va a penalizar. Ahí va a estar la clave del partido: no cometer errores y ser contundente que, al final, es lo que todo entrenador quiere", expone.

El vigués Rubén Albés, extécnico de los filiales del Celta y el Valladolid que actualmente dirige al AFC Hermannstadt, de la Primera División rumana, se expresa en parecidos términos. "Es un equipo al que hay que ganarle, un equipo que comete pocos errores y todos sus futbolistas trabajan en ataque y en defensa. Suele alargar los partidos. Son partidos en los que pasan pocas cosas y ellos juegan con este ritmo de partido y en los últimos minutos aprovechan sus opciones. Un rival, en definitiva, que no es fácil de desorganizar y al que hay que proponer para ganarle", apunta Albés. "Al Celta le espera un partido complicado de veras", sostiene.

El analista y ex céltico Roberto Trashorras coincide con la línea argumental de Gustavo López y Rubén Albés. "El Valladolid se caracteriza por no exponer mucho. No lo verás encajar muchos goles, pero tampoco crear mucho. Es un equipo que defiende con mucha gente y es sumamente disciplinado porque sabe que no tiene un fútbol muy vistoso, aunque es muy práctico y sabe muy bien a lo que juega", describe. "No ofrece un gran juego pero todos están muy comprometidos con esta idea y esto ha hecho que hayan sido capaces de cumplir de forma holgada con su objetivo. Su mayor virtud es el colectivo, es un equipo compacto al que no verás encajar grandes goleadas ni tampoco golear, pero al que siempre es complicado enfrentarte porque conoce perfectamente sus limitaciones y aprovecha al máximo sus virtudes", analiza. Y remacha: "Para equipos como el Celta, que están preparados para llevar el peso del encuentro, con jugadores de más talento, siempre es un rival muy incómodo. Necesitas estar muy fino en los últimos metros porque no es un rival que te deje crear muchas ocasiones y, como te despistes, es un equipo que hace daño cuando tiene la oportunidad".

A la hora de plantear el choque, a juicio de Gustavo López, el Celta debe intentar explotar el talento de su frente ofensivo y el equilibrio defensivo que le ha proporcionado gente como Tapia o Murillo. "Se enfrentan dos equipos diferentes. Uno más creativo y otro, el Valladolid, muy competitivo, compenetrado y muy bien trabajado en cuestión de ser solidario. Para ganar, las individualidades del Celta tienen que potenciar su juego colectivo", dice.

Rubén Albés, mientras tanto, sugiere: "Al Valladolid hay que desgastarlo. Hacerle que trabaje y provocar que cometa errores, porque ellos de por sí no los van a cometer. Al mismo tiempo, hay que tener la capacidad de ser inteligente y no precipitarte. Muchas veces te crees superior porque te ceden el balón o te sientes cómodo, pero si no eres capaz de generar ocasiones estás jugando al fútbol que ellos quieren".