Hay noches que la magia que se desprende de las botas de Iago Aspas eclipsa todo lo demás. El de Moaña brilló con luz propia para tumbar a un Valencia que no encontró su lugar en Balaídos en ningún momento. Pero Aspas, estelar una vez más con otro doblete, no estuvo solo. El equipo demostró la buena mano de Óscar García durante la semana y funcionó como una máquina bien engrasada. El Celta fue una amenaza constante. Se presentó más de una veintena de veces delante de la portería de Domenech, marcó dos tantos y estrelló dos pelotas contra la madera. Tampoco dejó correr a su rival, totalmente fuera del partido a pesar del empate de Maxi tras el descanso y del arreón en los compases finales cuando a los vigueses ya les pesaban las piernas.

Se reencontraba con un desierto Balaídos el Celta después de las buenas sensaciones generadas en Ipurua. En el coliseo vigués también se presentaba un Valencia mermado por las bajas y las dificultades económicas pero que llegaba con la confianza que le había dado el triunfo en la jornada inaugural ante el Levante. Un duelo entre dos equipos que pretenden sacar provecho de la verticalidad de sus atacantes y de su pegada en el área contraria. Pero los celestes consiguieron desarmar a los de Javi Gracia. La presión adelantada de los vigueses, combinada con un buen repliegue defensivo, anuló al Valencia.

Fruto de esa presión, de esa intención de ir a morder al adversario, nació la primera ocasión de Denis justo después del pitido inicial. Aspas le birló la pelota a Kondogbia y se la cedió al de Salceda que disparó por encima del larguero. Esos robos en campo contrario fueron una constante. Aspas, Nolito y Emre se desgañitaron para inquietar a los centrales mientras que Renato Tapia y Beltrán barrían todo lo que pasaba cerca de sus dominios. Murillo, que fue titular tres días después de aterrizar en Vigo, y Aidoo, secaron a Maxi Gómez cuando sus compañeros le buscaban en largo. Así que sin posibilidad de salir a la contra e incapaces de conectar con su delantero, los valencianistas jugaron a merced del Celta y de unos inspirados Nolito y en especial, Aspas.

A los doce minutos el extremo sanluqueño se coló por el carril central, dejó atrás a tres rivales y encontró a Aspas entre los centrales. El delantero, lanzado en carrera, dejó atrás a Domenech y marcó a la vez que el linier levantaba el banderín. Tocaba revisar y desde el VAR rectificaron la decisión del árbitro asistente y dieron validez al tanto y al jugadón de los celestes.

Con el gol en el bolsillo el Celta se tranquilizó y permitió que el Valencia se estirase. Pero los de Javi Gracia no estaban cómodos y solo encontraban el camino al área en jugadas de estrategia fruto de algunas faltas que los celestes pudieron haberse evitado. Antes del intermedio Emre Mor, que repitió titularidad, envió al lateral de la red un disparo tras una acción de contragolpe.

El Celta salió con la torrija después del descanso. A los pocos segundos de la reanudación, los excélticos Wass y Maxi fabricaron el empate. Centro desde la derecha que nadie salió a tapar y remate del delantero uruguayo en el primer palo que se fue directo al fondo de la red. Era el primer disparo entre los tres palos de los visitantes. Maxi, respetusoso con su pasado celeste, no lo celebró.

Lo que pudo ser la reacción del Valencia se sofocó con un destello de magia minutos después. Falta en la frontal, a muy pocos centímetros del borde del área. Delante de la pelota, Iago Aspas. En la portería, Jaume Domenech hizo de todo para taponar su lanzamiento: los hombres más altos en la barrera y un jugador agachado para evitar que el moañés lanzase por debajo. Pero a Aspas y a su zurda le dio igual. El 'diez' del Celta consiguió que su disparo superase la muralla y bajase a tiempo para colarse por la escuadra. Un libre directo de genio a la altura de los mejores lanzadores del mundo.

A partir de ahí el Celta perdonó la sentencia. Entraron Brais Méndez, Miguez Baeza y Okay. Perdonó Nolito dos mano a mano mientras que Brais y Baeza se encontraron con la madera. Cuando el partido tocaba a su fin se complicó. Tapia tuvo que retirarse tocado y Murillo no aguantó más. Entrearon Araújo y debutó el juvenil Gabri Veiga. El Valencia olió la sangre y con más ganas que ideas se fue a por el empate. Iván Villar despejó una falta lanzada por Maxi que se iba a colar por la cepa del poste y Paulista remató desviado un saque de esquina. Al final, triunfo merecido para los locales. El Celta suma cuatro puntos en este arranque liguero y ya piensa en la cita de la próxima jornada en Valladolid.

Ficha técnica:

Celta: Iván Villar; Hugo Mallo, Aidoo, Murillo (Araujo, min. 79), Olaza; Tapia (Veiga, min.79), Beltrán (Okay, min. 66); Denis Suárez (Baeza, min. 66), Emre Mor (Brais Méndez, min. 71), Nolito; Aspas.

Valencia: Doménech; Wass, Gabriel Paulista, Diakhaby, Gayá; Musah (Sobrino, min. 84), Esquerdo (Correia, min. 74), Kondogbia, Guedes (Vallejo, min. 46); Kang Inn (Remeseiro, min. 46), Maxi Gómez.

Goles: 1-0, m.13: Aspas. 1-1, m.46: Maxi Gómez. 2-1, m.56: Aspas.

Árbitro: Gil Manzano (colegio extremeño). Amonestó a Tapia y Okay por parte del Celta y a Escudero, del Valencia.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la segunda jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Abanca Balaídos sin aficionados.