La ausencia obligada por sanción en Eibar de Lucas Olaza abre la puerta a la titularidad en el Celta a un David Juncà que ha convencido en esta pretemporada a Óscar García para continuar en el equipo vigués, que lo había declarado transferible. La reaparición de Juncà en un partido oficial se producirá ante el equipo del que salió en el verano de 2018 con la carta de libertad en dirección a Vigo, donde las lesiones le han permitido disputar 24 partidos de LaLiga únicamente en los dos últimos años.

Juncà, como el turcodanés Emre Mor, dispondrá de una nueva oportunidad en el Celta, donde le restan tres años de contrato. De hecho, en la pretemporada recién concluida ha disputado 135 minutos en los tres partidos amistosos que el Celta celebró en Balaídos ante el Oviedo, el Lugo y el Sporting de Gijón. El zaguero catalán fue titular en los dos últimos y acumuló la mitad de tiempo de juego que en toda la pasada temporada. Reaparecía con la celeste casi diez meses después de disputar su último partido de LaLiga. Tras jugar el partido completo en el Camp Nou en el estreno de Óscar García en el banquillo celeste, sufría la enésima lesión muscular que le obligaba a cerrar el curso con tres partidos disputados: ante Alavés, Betis y Barcelona.

Su primer año en Vigo había comenzado mejor, pues llegó a acumular 21 partidos de competición. Sin embargo, semanas después de que el club reforzarse el lateral izquierdo con el uruguayo Lucas Olaza, cedido por Boca Juniors, Juncà sufrió una lesión muscular a los cuatro minutos de juego del partido en el Bernabéu.

A partir de esa baja, el zurdo Olaza se hizo con la titularidad por ese costado de la zaga celeste. Es más, el club incluso se planteó al concluir la pasada temporada buscar un refuerzo para el lateral izquierdo y ofrecerle una salida al futbolista catalán formado en el Girona, a pesar de que le restan tres temporadas en Vigo.

Como en el caso de Emre Mor, los amistosos de este verano han servido para modificar los planes iniciales del club sobre ambos jugadores, que la temporada que arranca este fin de semana tendrán ocasión de volver a jugar con el Celta. El turcodanés se pasó el curso pasado completo jugando a préstamo entre el Galatasaray y el Olympiacos.

Juncà regresará ahora a Ipurua, la que fue su casa durante tres años, cuando el Girona lo traspasó al equipo guipuzcoano en el verano de 2015. Antes de cumplir su contrato en Eibar, el jugador nacido en la localidad gerundense de Riumors en 1993 se comprometió con el Celta.

Ya como celeste, participó en la goleada al equipo armero ha dos temporadas en Balaídos (4-0) y disputó el partido de la segunda vuelta en Ipurua, con derrota de los celestes por la mínima. El curso pasado, las lesiones le impidieron medirse a su anterior equipo.

La nueva oportunidad le llega a Juncà en el partido inaugural de la temporada 2020-21, ante la baja por sanción de Lucas Olaza. El zaguero uruguayo fue amonestado con la quinta amarilla en el duelo contra el Espanyol en Cornellá-El Prat, en el cierre del curso pasado. Si la Federación Española no concede un indulto a los sancionados por tarjetas amarillas, Olaza se perderá el partido del sábado por la tarde en Ipurua.

Después de haber disputado solamente 259 minutos de competición oficial en el último año, David Juncà se prepara para reaparecer casi diez meses después de que en el Camp Nou jugase como carrilero izquierdo en la goleada del conjunto azulgrana sobre los célticos, que ese día acogían el estreno de Óscar García al frente del equipo vigués.