Cara y cruz en los planes del Celta de adelgazar carga salarial para abordar los fichajes que ha reclamado Óscar García. El club celeste ha dado un importante paso con Gabriel Fernández, cuya cesión al Rayo Vallecano se encuentra perfilada, pero ha experimentado un nuevo y acaso definitivo retroceso en la venta de Pione Sisto, quien ayer regresó a la ciudad sin haber cerrado un acuerdo con el Midtjylland para monumental enfado del club.
Fue el propio Celta el que ordenó el inmediato retorno del futbolista, harto de ver cómo pasaban los días sin avances, en la negociación que futbolista (ya existe un principio acuerdo entre clubes) mantiene con el equipo danés. Sisto se presentó ayer por la mañana en las instalaciones de A Madroa para someterse a un test PCR. Si el resultado de la prueba es negativo, el jugador se pondrá a las órdenes de Óscar.
El enfado del Celta con Sisto es mayúsculo. La operación no está rota, pero corre serio peligro de torcerse. Los próximos días serán claves, pero en vista de la caprichosa actitud del futbolista en la calle del Príncipe tienen ya serias dudas de que pueda rematarse, con el agravante de que no habría ya muchas opciones de colocarlo en este mercado.
El caso de Gabriel Fernández presenta mucho mejor sesgo. La marcha del delantero uruguayo al conjunto de Vallecas se encuentra en su recta final. Según ha podido saber este diario, el conjunto madrileño ha alcanzado un acuerdo con el jugador y solo resta que el Rayo y el Celta perfilen las condiciones del préstamo hasta junio del próximo año. El club vigués confía en que la operación quede rematada en breve. La cesión del Toro permitirá al Celta aligerar algo de carga salarial y al tiempo liberar una de las plazas extracomunitarias para ampliar su campo de acción en el mercado. Una decena de equipos de Segunda División pugnaban por hacerse con los sevicios del artillero céltico.
El Celta tratará igualmente de avanzar a lo largo de esta semana en las salidas de David Costas y Jozabed Sánchez, que tampoco entran en los planes de Óscar García para la temporada que arranca el próximo día 12. La eliminación del Girona y el Almería en la fase de promoción a Primera División ha frustrado la compra obligatoria pactada con ambos clubes en caso de ascenso, con lo que el Celta explora nuevas vías para dar salida a ambos futbolistas.
El club vigués confía en llegar a un acuerdo para la rescisión del contrato del sevillano antes de que se reincorpore a los entrenamientos y sacarse de encima otra importante ficha; la rescisión contractual podría ser también la fórmula empleada para la salida del defensa central de Chapela, que no quiere encadenar una nueva cesión e interesa a varios equipos de la categoría de plata.
Menos prisa corre al Celta la salida de David Juncà, sin apenas minutos en dos temporadas por culpa de diversas lesiones. El catalán no dispone de ofertas de Primera y su salida no es , hoy por hoy, una cuestión prioritaria.
