"Estamos contentos porque al menos ya vamos sabiendo rivales y fechas", celebra el entrenador del Coruxo, Míchel. Su escuadra y el Celta B no se desgajarán finalmente de los otros cuatro equipos gallegos en la composición de los subgrupos, hipótesis que se había barajado. Habrá por tanto visita morbosa del Deportivo a Barreiro y O Vao. A los seis, en el primer tramo de la Segunda B más alambicada y trascendental que se recuerda, se suman Zamora y los tres equipos salmantinos. A la conclusión de las 18 jornadas, cada uno de ellos conocerá por qué objetivo pelea: ascenso a Segunda, militar en la nueva Segunda B Pro o lograr al menos la permanencia en la vieja Segunda B. "Llama la atención que nos juguemos tanto en 18 jornadas en el año en que se crea una división nueva. No lo comparto", lamenta Míchel.

Segunda B, con ascensos, sin descensos, dilucidado al final el destino de Deportivo y Numancia, divide sus 102 equipos en cinco grupos y cada grupo se compartimenta a la vez en dos. El subgrupo A del grupo I está formado por Coruxo, Pontevedra, Racing Ferrol, Celta B, Deportivo, Compostela, Guijuelo, Zamora, Salamanca y Unionistas de Salamanca; en el subgrupo B figuran Covadonga, Marino de Luanco, Lealtad de Villaviciosa, Oviedo B, Sporting B, Langreo, Burgos, Leonesa, Valladolid Promesas y Numancia.

A la conclusión de la campaña habrá cuatro ascensos a Segunda y se creará una Segunda B Pro con 40 equipos. Los demás, resueltos los descensos a Tercera, se quedan en Segunda B. "Todavía hay muchas incógnitas sobre el sistema de competición", lamenta Míchel. Sí ha quedado claro que los tres primeros del subgrupo pelearán por ascender a Segunda; del cuarto al séptimo, por militar en Segunda B Pro; del octavo al décimo, por evitar el descenso a Tercera.

Así que se multiplica la importancia de arrancar con ímpetu la liga, lo que en el Coruxo duele por paradójico. "Venimos de hacer la mejor temporada en la historia del club, quedando quintos del grupo, y se nos valoró igual que si hubiésemos sido últimos (no hubo descensos y el Coruxo, que tenía opciones matemáticas, no pudo disputar la fase de ascenso). Da un poco de rabia", admite Míchel.

En cuanto a la inclusión junto a los demás gallegos, Míchel agradece la comodidad de los viajes pero advierte: "Es uno de los subgrupos más complicados, con Deportivo, Pontevedra, un Racing que ha montado un proyecto para subir y recién ascendidos de gran nivel como el Compostela. Va a ser dificilísimo", augura.