Óscar García ha solicitado al club un portero como refuerzo para el arranque de la temporada ante las bajas por lesión de Rubén Blanco y de Sergio Álvarez, y al advertir el técnico de la poca experiencia en la élite del tercer portero de la plantilla, Iván Villar: cinco partidos en la máxima categoría. Por ello, el Celta está a punto de romper una dinámica de siete años con porteros formados en A Madroa. Esta racha arrancó el 25 de mayo de 2013 en Valladolid. La lesión de Javi Varas en el minuto 45 del partido en Zorrilla llevó a Rubén Blanco a debutar en la máxima categoría con apenas 17 años. Desde entonces, el cancerbero de Mos ha alternado la titularidad en el conjunto celeste con Sergio Álvarez, Yoel Rodríguez e Iván Villar, salvo la excepción de la presencia de Néstor Díaz en los últimos minutos del partido inaugural del curso 2015-16 ante el Levante. En A Sede mostraban poco interés en acudir al mercado de fichajes en busca de un portero, pero la proximidad del comienzo de la competición -el segundo fin de semana de septiembre- y la solicitud de Óscar García pondrán fin seguramente a un periodo de canteranos bajo el larguero solo superado por el Athletic Club. El equipo vasco encadena diez años sin porteros ajenos a Lezama en su primer equipo.

Las lesiones han golpeado con dureza a los guardametas del Celta tras el confinamiento por el coronavirus. Sergio Álvarez se rompió a finales de mayo los dos meniscos de la rodilla derecha y a principios de julio Rubén Blanco se dañó el tendón directo del recto femoral derecho. Después de pasar por quirófano, los médicos anunciaron para ambos una convalecencia de entre cuatro y cinco meses.

La recuperación de Sergio ha sufrido un contratiempo al dar positivo en un control de la covid. El entrenador calcula que posiblemente hasta diciembre no podrá contar con los porteros lesionados, por lo que considera arriesgado afrontar el primer tramo de LaLiga con un único cancerbero de la primera plantilla que acumula, además, poca experiencia.

El morracense (Aldán, 1979), sin embargo, no desentonó en los cuatro últimos partidos del pasado curso. Desde 2008 pertenece a la cantera de A Madroa, con 16 años debutó en el Celta B y con 19 lo hizo en Primera División, ante el Alavés. Además, estuvo cedido una temporada en el Levanta y ha formado parte de distintas selecciones españoles: Albert Celades lo llamó para la sub-21, en la que coincidió con Unai Simón y Sivera.

Varias opciones

En esta pretemporada, Óscar García trabaja también con los porteros del filial Iago Domínguez y Ruly García, pero no parece dispuesto a arriesgarse en el arranque de LaLiga con un Iván Villar que acumula escasa experiencia en la élite. Doscientos sesenta y ocho partidos después de la competición regular, el Celta afronta el reto de buscar un portero ajeno a A Madroa. Y en el club surgen las dudas sobre el tipo de portero a contratar ante las bajas de Rubén Blanco y de Sergio Álvarez. El mosense (que en julio cumplió 25 años) es la apuesta de presente y de futuro para los dirigentes del Celta, por lo que en ese caso tendrían que encontrar un futbolista con experiencia en la portería pero con un perfil bajo, que no trastoque el plan de seguir apostando por los guardametas de casa, como llevan haciéndolo sin interrupción en San Mames en la última década. Veteranos como Pepe Reina y Diego López o el argentino Ruly han estado en la órbita del club vigués, que sigue escrutando el mercado para dar respuesta a las peticiones del entrenador, quien tras el primer amistoso del verano ante el Oviedo urgía al club a cerrar cuanto antes los fichajes solicitados.