El Celta explora varios caminos para conseguir este verano el regreso de Jeison Murillo a Balaídos: cedido de nuevo o ya en propiedad del equipo vigués, que mantiene abiertas las conversaciones con la Sampdoria sobre el futuro inmediato del defensa central colombiano. Murillo es una de las piezas codiciadas del club y de Óscar García para conformar una plantilla que practique un fútbol "rápido, agresivo y dinámico", como expresaba el técnico el viernes pasado en su primera rueda de prensa de la pretemporada.
Desde Italia se apunta que el equipo gallego pretende obtener una cesión por un año con el compromiso de adquirir los derechos federativos del jugador en junio de 2021. Esa operación supondría un desembolso de 12 millones de euros frente a los 14 que reclama el club italiano por el zaguero que el pasado mayo cumplió 28 años.
Los ajustes económicos que se imponen en el fútbol debido a la pandemia pueden acelerar el acuerdo entre la Sampdoria y el Celta sobre Murillo, que según se apunta en la prensa italiana gana 1,4 millones de euros netos al año.
Ese elevado salario del colombiano es una de las posibles razones por las que el club de Génova quiere acelerar su venta y así liberar una elevada ficha de la plantilla. Al Celta, por el contrario, le convendría retrasar un año esta compra para disponer de un mayor margen de maniobra con el límite salarial. Este tope alcanza ahora en el Celta los 54 millones de euros, 14 millones menos que los disponibles en la campaña anterior.
De ese escenario surge probablemente el interés del conjunto celeste por plantear a la Sampdoria la opción de que Murillo juegue a préstamos en Balaídos durante la temporada que viene, como ya ocurrió en la segunda vuelta de la anterior. Según apuntaba ayer la web Tutto Mercatto, el equipo vigués habría ofrecido a cambio un millón de euros por ese año de cesión y se comprometería a abonar 11 millones más dentro de un año para cerrar el traspaso de Murillo.
Urgencia por vender
El futbolista, en este caso, parece decantarse por que ambos clubes cierren el traspaso en el mercado de verano. Antes de marcharse de Vigo, Murillo ya abordó con el Celta las condiciones económicas del contrato que firmaría si se llegaba a un acuerdo entre ambas entidades deportivas.
El club de Génova, según Tutto Mercato, necesita vender con cierta celeridad para disponer cuanto antes de los 1,4 millones de euros netos que percibe por temporada el defensa que antes había militado en el Barcelona, Inter de Milán, Valencia, Granada y Las Palmas.
Esas urgencias para vender podría aprovecharlas el Celta para obtener las mejores condiciones económicas de una de las operaciones más importantes que tiene previsto abordar antes de que el 5 de octubre se cierre el mercado de fichajes. De ahí que desde Vigo planteen ahora una cesión con la obligación de comprar al jugador dentro de un año. Esa alternativa, insisten desde Italia, parece encajar en las previsiones del conjunto genovés, pero no así las cifras económicas que plantea el Celta.
Las diferencias en las negociaciones se situarían en torno a los dos millones de euros (Sampdoria pide 14 y el Celta ofrece 12). Después, el conjunto vigués tendrá que abordar la adquisición de un delantero centro, cuya inversión superará seguramente la que tenga que realizar por Murillo. Además, el club busca otro centrocampista para completar la columna vertebral que reclama el entrenador para fortalecer a un equipo con muchos problemas de carácter y de competitividad en las últimas temporadas.
Murillo, como demostró en la segunda vuelta del campeonato, aporta fortaleza mental y liderazgo al grupo, además de que con su presencia en el once mejora sensiblemente la línea defensiva.
Por el momento, en A Sede han cerrado tres incorporaciones en lo que va de verano: Tapia, Vadillo y Baeza. Murillo, uno de los primeros objetivos de la pretemporada, podría convertirse en el cuarto fichaje, aunque tampoco se descarta que vuelva para jugar a préstamo por un año y después pasar a propiedad del club vigués, que mantiene un pulso con la Sampdoria por el total de una operación que ahora mismo se sitúa entre los 12 y los 14 millones de euros.
