"Es un equipo que no está hecho para esta situación. Se vendió demasiado anticipado como un aspirante a Europa. Se puso el carro antes que los bueyes", lamenta Moncho Carnero. "El equipo ha desaparecido en un determinado momento. Los jugadores no han sido capaces de asumir esa responsabilidad, sobre todo en los últimos partidos. Es más sensación psíquica que física. La mente no responde. Nos asustamos. Murillo podría desempeñar ese papel, pero no veo a un líder que sea capaz de aglutinar al grupo".

"El entrenador está un poco sobrepasado", enjuicia. "Se lo digo con cariño, lo veo entregado en el banquillo. No es capaz de tomar medidas y se equivoca en las que toma. Si la plantilla ve que él está dudando, ellos también se vienen abajo. Cada uno tiene su personalidad, pero Óscar es el primero que tiene que transmitir y dar la cara. El grupo no puede mirar al banquillo y verte con la cabeza gacha".

"Me aventuré a decir que el Celta se iba a salvar y ahora tengo muchas dudas. No fuimos capaces de dar la talla ante Osasuna y Levante. El equipo desaparece cuando encaja un gol", advierte. "Dependemos de nosotros mismos, pero la sensación que me da el equipo es pobre y triste. Es una situación muy delicada. El equipo no me genera confianza. Esperemos que esto fluya en el vestuario, pero creo que dependemos muchísimo del Real Madrid".