La derrota contra el Levante no solo aboca al Celta a jugarse la permanencia en casa del Espanyol en la última jornada. Tendrá que buscar la victoria sin un puñado de sus mejores jugadores y ahora mismo con la duda de varios. Óscar García tendrá que recomponer la alineación, quizá echar mano de jugadores que hasta ahora han carecido de protagonismo y estará muy limitado en cuanto a recambios.

Al menos la situación permite al Celta saber con exactitud qué necesita y qué actitud mostrar en Cornellá. Con el Alavés salvado y el Mallorca descendido, no queda más competidor que el Leganés. Los célticos tienen 36 puntos, por 35 de los pepineros. Igualan en el average particular (3-2 en Butarque, 1-0 en Balaídos) pero el general decanta la partida a favor de los vigueses (-12 por -21).

Al Celta solo le vale la victoria para asegurar la permanencia. El empate no le sirve de nada. Al Leganés solo le vale la victoria para optar a la permanencia. Necesita derrotar al Real Madrid y que el Celta empate o pierda en Cornellá. El Celta se medirá al colista, ya descendido hace varias jornadas pero que ayer compitió bien en Valencia; el Leganés se medirá al Real Madrid, intratable desde la reanudación liguera pero ya campeón.

Así que no puede fiarse la escuadra celeste de que el cuadro de Zidane haga valer su condición de favorito en Butarque. Tiene que ganar al Espanyol e intentarlo además diezmado de fuerzas. Rafinha vio la quinta cartulina amarilla y Nolito fue expulsado. Causarán baja. Araújo tuvo que ser sustituido tras un golpe en la cabeza que lo dejó mareado. Si sufre una conmoción tendrá difícil jugar. Murillo sufrió visibles molestias musculares al final del encuentro. Smolov se ha caído de las dos últimas convocatorias desde que notase molestias en el calentamiento de Pamplona. A esto se suman las lesiones de Denis Suárez, Rubén Blanco, Sergio Álvarez y Juncá. El horizonte se ha ensombrecido para el Celta. Falta saber si es la oscuridad que precede al amanecer.