Cuando el Celta, pasada la medianoche del martes, anunció oficialmente el regreso de Lucas Olaza a Boca Júniors, se desataron los cálculos de cómo cubrir la baja de quien había sido titular en 30 de los 33 partidos (se perdió dos por problemas físicos y fue suplente en otro). Con Juncá anulado de la ecuación por lesión, a Óscar se le presentaban enrevesadas alternativas: situar a pie cambiando a un central o un lateral derecho si Mallo se recupera o cambiar de sistema con un carrilero largo como Jacobo, lo que probó ante el Barcelona. Los ojos también se giraron hacia la opción a la vez más inesperada y natural: Fontán, central polivalente, zurdo, que ya ha actuado como lateral tanto en el Celta B como en su debut con el primer equipo en Mirandés. El vilagarciano seguirá esperando a ofrecer lo que de él se necesite.
"Para mí es un sueño poder entrenarme con jugadores que llevo viendo en el estadio o por la tele desde que soy alevín. Tengo una sensación rara por el cuerpo. Dices 'estoy ahí, tengo la oportunidad y tengo que dar lo mejor'", comentaba el jugador a mediados de mayo, cuando Óscar lo reclamó para trabajar en A Madroa. El técnico lo prefirió antes que a Pampín -lateral zurdo más ofensivo, reconvertido desde el ataque- o Carreira, el lateral joven con más proyección pero diestro.
"Siempre ha sido central. Siendo cadete, Fontán creció a la sombra de Sergio Barcia, que ahora está cedido en el Ourense. Con el salto a juvenil se fue igualando hasta el punto de lograr un sitio en el Celta B y debutar en el primer equipo", explica Berto Carballo, creador de Canteira Celeste, página de referencia recién clausurada. "Empezó disponiendo de pocos minutos con los hermanos Montes. Poco a poco fue haciéndose un hueco en el once inicial, a veces a través del lateral izquierdo compatibilizándolo con Pampín. Fue ganando peso y al final de la etapa de los Montes ya era titular. Con Onésimo se ha hecho con un puesto fijo fundamentalmente como central".
"Tiene un perfil muy bueno para ser central, con jerarquía, salida de balón, buena técnica. No lo veía en el puesto de lateral", admite Carballo. "Tiene bastante planta. No tiene un punto de gravedad bajo como puede tener Pampín. Pero cuando ha jugado ahí, tanto ante el Mirandés como con el Celta B, se ha comportado con solvencia en defensa. Quizá no se proyecta tanto como Pampín en ataque, pero siempre lo hace con bastante criterio".
"A corto plazo, Fontán es el hombre, igual una opción por la que puede tirar a falta de Kevin o Mallo a banda cambiada", valora Carballo. "Es un relevo de garantías. No es un chaval con miedo, tiene 20 años y puede cumplir. Si le dan minutos los aprovechará. Puede ser una buena apuesta".
