El viento ha cambiado para el Celta. Donde antes había un equipo que desconfiaba por naturaleza de su aspecto defensivo ahora se ha levantado un muro que pasa por ser la mejor defensa de Primera División desde que se puso en marcha la segunda vuelta.

Oscar García tuvo claro que necesitaba acabar con la sangría de goles en contra que padecían los vigueses. El miércoles por la noche en Anoeta, tras un nuevo recital defensivo de sus hombres, lo resumió de forma perfecta: "No podía ser que recibiésemos siempre un gol y que para ganar un partido necesitásemos siempre marcar al menos dos goles". Dicho y eso. A base de trabajo y de implicación de todos sus hombres (el compromiso afecta también a los delanteros como se vio en Anoeta) el Celta ha conseguido darle la vuelta a la temporada hasta voltear sus números de forma radical. En los doce partidos de la segunda vuelta que se han disputado el Celta solo ha recibido seis goles, el mejor dato de los veinte equipos que compiten en la categoría.

En las últimas siete jornadas, el conjunto dirigido por Óscar García sólo ha encajado un gol, el que supuso su derrota ante el Villarreal en el partido con el que ambos retomaron la competición tras el parón motivado por la crisis sanitaria. Y ese tanto llegó en el descuento del partido y después de una serie de acciones desafortunadas por parte de los jugadores del Celta. Aunque también es verdad que a lo largo del partido los castellonenses dispusieron de diferentes ocasiones para marcar y que se encontraron con Rubén Blanco, uno de los grandes protagonistas de este ciclo junto con Jeison Murillo, el futbolista que con su llegada en el mercado de invierno cambió muchas de las pautas de comportamiento en este equipo.

Leganés, Granada, Getafe, Valladolid, Alavés, Eibar y Real Sociedad han sido incapaces de marcar en esta segunda vuelta. Solo el Real Madrid ha marcado a los vigueses más de un gol (2) en este ciclo. Villarreal, Athletic, Valencia y Sevilla anotaron uno. El Celta ha pasado de recibir 1,5 goles de media por partido en la primera vuelta a encajar únicamente 0,5 en los partidos que se han jugado en la segunda vuelta (la media baja a menos de 0,2 en el caso de los siete últimos encuentros). Sus seis goles encajados en la segunda vuelta mejoran los números de los equipos que pelean por tener la mejor defensa de la temporada en Primera División (el Barcelona ha recibido ocho, el Real Madrid, nueve; y el Atlético, diez).