Superado el espejismo originado el jueves sobre la posibilidad de que Balaídos acogiese partidos con público, el Gobierno central quiso dejar claro ayer que LaLiga se reanudará a puerta cerrada, como estaba previsto al iniciarse la crisis sanitaria. Así, los ministros de Sanidad y de Cultura y Deporte subrayaron que, "de momento", los aficionados tendrán que conformarse con degustar fútbol profesional a través de la televisión, como ya ocurre desde que se reanudó la Bundesliga. A este debate también se incorporaron a última hora el presidente de la Xunta y el alcalde de Vigo. El primero, para señalar que desconoce qué competencias recuperará su gabinete en el tercer paso de la desescalada. El segundo, para arremeter contra el Celta pese al desmentido del club a una información que le responsabilizaba de solicitar partidos con público en Balaídos. El celtismo, de momento, no podrá acudir a su catedral mientras continúe el riesgo a nuevos contagios del coronavirus.

"Pueden empezar las competiciones. El acuerdo es que se celebren de momento a puerta cerrada en las condiciones que ha acordado el Consejo Superior de Deportes, acordes a lo que entendemos que tienen que ser las medidas de protección para los participantes de todas las competiciones deportivas", dijo ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en referencia a que el acuerdo para el reinicio de LaLiga es que los partidos se celebren sin público.

En parecidos términos se expresó su compañero de Consejo de Ministros José Manuel Rodríguez Uribes, responsables de las carteras de Cultura y Deporte. "El fútbol debe ser inicialmente sin público. Es una liga nacional y una de las reglas fundamentales en el deporte es la igualdad de armas". "Por un criterio elemental de prudencia" y por preservar "la igualdad" en la competición, todos los partidos de la liga de fútbol deberán disputarse a puerta cerrada en la vuelta a la actividad el 10 de junio, dijo el ministro en una entrevista en la Cadena Ser.

Rodríguez Uribes apela a la prudencia: "Debemos empezar por un elemental criterio de prudencia, con partidos a puerta cerrada", indicó Rodríguez Uribes. "Las prisas son malas consejeras. Ya hemos visto que el porcentaje de inmunidad no es grande, tenemos que ser muy prudentes".

Ante la petición de algunos clubes en zonas más avanzadas de la desescalada para jugar ante un aforo reducido de público, el ministro insistió en que "todo a su tiempo" y en que "anticipar acontecimientos puede generar confusión".

Respecto a la posible concentración de aficionados en el exterior de los estadios, para animar desde allí a sus equipos, admitió que "claro" que le preocupa y animó a "hacer mucha pedagogía" para prevenir esas reuniones porque "la pandemia no ha desaparecido"."Los delegados del Gobierno tendrán que actuar para impedir esas concentraciones", advirtió.

Rodríguez Uribes indicó que la realización masiva de pruebas de coronavirus al colectivo de futbolistas no les convierte en unos ciudadanos privilegiados respecto al resto de la sociedad. "Si va a empezar LaLiga, vamos a dar garantías a un deporte que es de contacto físico. Es una exigencia elemental, no veo el privilegio por ningún sitio. Si les damos la oportunidad, hay que darles también todas las garantías", afirmó el responsable de Cultura y Deporte.

Preguntado en el programa 'La Linterna', de la Cadena Cope, por la posibilidad de abrir los estadios a los aficionados el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo respondió: "Si no estoy confundido, entiendo que esa competencia se la ha arrogado para si el Gobierno de España y La Liga de Fútbol Profesional. Esto es lo que he leído y oído en el día de ayer (miércoles 3 de junio) o antes de ayer".

El presidente gallego prosiguió asegurando que "nadie sabe sobre cuáles son las competencias de las comunidades autónomas cuando pasemos a fase 3, entre otras cosas porque esto lo va a regular el Gobierno mediante un Real Decreto que nos ha dicho que va a aprobar el martes".

No terminó ahí Alberto Núñez Feijóo, que explicó que "en este momento, a pesar de ser el presidente de una comunidad autónoma, creo que no hay ningún presidente de ninguna autonomía que sepa exactamente cuáles son sus competencias, cuál es su autoridad, a partir del próximo lunes cuando entremos en fase 3, presuntamente, varias comunidades autónomas. Esto es lo que hay".

De esta manera, el político del PP dejó en manos del Gobierno central la posibilidad de autorizar la presencia de espectadores en los encuentros de Primera y Segunda División al asegurar que, en estos momentos, la decisión no es competencia de la Xunta de Galicia.

Al debate sobre fútbol con o sin público también se sumó la noche del jueves el alcalde de Vigo, el socialista Abel Caballero, quien criticó la supuesta petición del Celta -desmentida horas antes por el club- a la Xunta para abrir Balaídos a los aficionados cuando se reanude LaLiga. "Desconozco los informes técnicos que tiene el Celta para realizar una petición de esta importancia y con tantas consecuencias para la salud pública. Lo que ha hecho el Celta es lo contrario de lo que parece que, con sentido común, hay que hacer en este momento (...) Hacer peticiones, sin estar seguros de que lo primero es la salud, no me parece adecuado. Además, tiene que haber fair play, todos tienen que estar en la misma condición", manifestó el regidor vigués en el programa 'El Larguero', de la Cadena Ser.