El Celta se jugará la permanencia en once frenéticas jornadas de Liga, con encuentros cada 72 horas y alto riesgo de lesiones por el escaso margen de preparación para reponerse de los dos meses largos en los que el plantel ha estado inactivo. El retorno a la competición comporta, en tales condiciones, "un serio peligro" de lesiones" y obliga al cuerpo técnico y a los servicios médicos a optimizar la gestión del cansancio para abordar un maratón de partidos en los que la condición física y la capacidad de recuperación de los jugadores entre jornadas, más que el talento y la condición técnica, "van a marcar el desarrollo del juego".
Juan José García Cota, jefe de los servicios médicos del Celta, cruza los dedos. El facultativo reconoce que, con apenas un mes de puesta a punto, la competición se ha vuelto "peligrosa" y las lesiones serán un problema insoslayable o al menos "muy difícil" de evitar. "Hay que tener en cuenta que una pretemporada normal, después de un mes de vacaciones, es de unos 40 días y ahora se va a jugar con solo cuatro semanas de rodaje y sin amistosos de preparación un partido cada tres días. En este contexto, va a ser muy difícil que no se produzcan lesiones", señala García Cota, que precisa que el problema "afecta por igual a todos los equipos de LaLiga". La amplitud de la plantilla será, a juicio del médico céltico, un factor decisivo. "En las condiciones en las que se va a jugar, cuanto mejor se gestione el esfuerzo, menor riesgo de lesiones habrá. Y claro, los equipos que dispongan de las plantillas más amplias van a tener ventaja", apunta.
Las altas temperaturas y la humedad ambiental que se esperan en los partidos acentúan el riesgo y añaden dificultad a la recuperación. "Ningún equipo va a llegar en condiciones óptimas. En las circunstancias en que se plantea jugar, el aspecto físico va a primar sobre el técnico. Pero más importante que la condición física propiamente dicha, va a ser la capacidad de recuperación de los jugadores entre partido y partido. La gestión del esfuerzo y el descanso entre jornadas va a jugar un papel fundamental en la competición", expone el facultativo.
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El problema de las altas temperaturas no es nuevo. "Ya se ha jugado otras veces en los meses de verano, aunque jugando cada 72 horas el riesgo va a ser mayor", dice García Cota. Por eso, el médico del Celta y de la selección española considera "imprescindible" que se establezcan pausas para la hidratación en los encuentros y aplaude la norma de permitir cinco cambios en lugar de los tres estipulados hasta hora. "Todavía no nos han hecho llegar el protocolo, pero damos por hecho que se van a establecer estas pausas. Lo de los cinco cambios, en las circunstancias en las que se va a jugar, también me parece una buena norma", razona.
Cota celebra igualmente la decisión de LaLiga, a instancias de las RFEF, de suprimir los partidos en la franja de las 17.00 horas. "Es lógico que lo hayan hecho porque con las temperaturas que hay en estas fechas no era nada razonable, ya no solo en los campos del sur del país, sino también aquí, en Vigo, donde hace unos días estábamos a 30 grados en el mes de mayo. Y no solo hay un problema de altas temperaturas, también de humedad ambiental", argumenta.
A juicio del responsable médico celeste, cuanto más tarde se juegue, menor será el riesgo. "Me imagino que los horarios se fijarán con un criterio geográfico para evitar, en la medida de lo posible, el calor. Los partidos de las 19.30 se pondrán en el norte, que hace más fresco, y más tarde los del sur", señala.
En lo que respecta al calendario del Celta, el equipo vigués celebrará seis de los once encuentros que restan como local. En los cinco que debe afrontar como visitante, el grupo de Óscar García Junyent viajará, por este orden, a Valladolid, San Sebastián, Mallorca Pamplona y Barcelona.
